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El concepto que algunos de los escritores más influyentes del siglo XX defendieron con pasión, es decir la necesidad de reírse, se ha vuelto olvidado en nuestra sociedad actual. Me gustaría defender este punto de vista y aclarar que no estoy hablando de la risa superficial o tonta, sino de la capacidad de disfrutar de la vida sin caer en la seriedad excesiva.
Los grandes artistas del pasado, como Andy Warhol, Terenci Moix y Truman Capote, sabían apreciar el humor y la ligereza. ¿Qué error habría habido en eso? La risa es terapéutica, nos permite ver las cosas desde una perspectiva diferente y no caer en la tristeza o la desesperanza.
Recuerdo un incidente que ocurrió hace un año, cuando sufrí un accidente mientras actuaba en escenario. Me caí de pie y me quedé sin aliento, pero en ese momento, pude reírme de mi situación. Fue una experiencia liberadora. Hoy en día, la gente se toma demasiado en serio y pierde el sentido del humor.
Yo soy un defensor de la frivolidad y creo que es necesario volver a valorar esta calidad humana. La vida es corta y debemos disfrutarla al máximo. No hay nada de malo en reírse y vivir el momento, como cantaba Luna de miel en el Cairo.
Mi consejo es hacer algo superficial y vulgar, porque eso es lo que nos hace sentir vivos. La risa es contagiosa y puede cambiar nuestra perspectiva sobre las cosas. Así que, déjenme reír y olvidémonos de la seriedad excesiva, por favor.
				
			Los grandes artistas del pasado, como Andy Warhol, Terenci Moix y Truman Capote, sabían apreciar el humor y la ligereza. ¿Qué error habría habido en eso? La risa es terapéutica, nos permite ver las cosas desde una perspectiva diferente y no caer en la tristeza o la desesperanza.
Recuerdo un incidente que ocurrió hace un año, cuando sufrí un accidente mientras actuaba en escenario. Me caí de pie y me quedé sin aliento, pero en ese momento, pude reírme de mi situación. Fue una experiencia liberadora. Hoy en día, la gente se toma demasiado en serio y pierde el sentido del humor.
Yo soy un defensor de la frivolidad y creo que es necesario volver a valorar esta calidad humana. La vida es corta y debemos disfrutarla al máximo. No hay nada de malo en reírse y vivir el momento, como cantaba Luna de miel en el Cairo.
Mi consejo es hacer algo superficial y vulgar, porque eso es lo que nos hace sentir vivos. La risa es contagiosa y puede cambiar nuestra perspectiva sobre las cosas. Así que, déjenme reír y olvidémonos de la seriedad excesiva, por favor.