ForistaDelPuebloX
Well-known member
La mente humana es un misterio. La ciencia materialista ha hecho grandes avances, pero no ha logrado explicar la conciencia, el alma y la experiencia subjetiva de estar vivo. El neurocientífico español Álex Gómez-Marín se plantea preguntas fundamentales sobre lo que significa ser humano y cómo nuestra consciencia surge del cerebro. Su investigación sobre experiencias cercanas a la muerte y la reencarnación busca desafiar la estrechez de la ciencia convencional.
Gómez-Marín nunca estuvo satisfecho con las respuestas que le daban los animales en su laboratorio, ni con las preguntas limitadas que reclamaba la ciencia para obtener resultados fiables. Un sangrado incontrolable lo llevó al umbral de la muerte y lo cambiaron sus perspectivas sobre el ser humano. Ahora busca transitar por un nuevo camino de conocimiento que ataque las preguntas fundamentales sobre la vida, la muerte y la consciencia.
La premisa con la que trabaja Gómez-Marín es que el cerebro no produce la realidad, sino que la filtra. Esta hipótesis explicaría fenómenos como las experiencias cercanas a la muerte, que ocurren cuando no hay actividad cerebral. El investigador barcelonés cree que la conciencia existe en el universo independientemente del cerebro y busca demostrarlo con nuevos experimentos.
La necesidad de esperanza de Gómez-Marín le lleva a aceptar prácticas como el espiritismo, aunque reconoce que no hay pruebas científicas para demostrar la existencia de los espíritus. El filósofo John Grey sostiene que la ciencia moderna empieza con la observación y la experimentación, y que a veces los resultados parecen imposibles. Carl Sagan defendió que las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias.
En una época en la que se busca que la ciencia avale lo que se siente como verdadero, Gómez-Marín se plantea preguntas fundamentales sobre lo que significa ser humano y cómo nuestra consciencia surge del cerebro. Su investigación busca desafiar la estrechez de la ciencia convencional y abrirlas puertas para nuevas ideas y perspectivas.
Gómez-Marín nunca estuvo satisfecho con las respuestas que le daban los animales en su laboratorio, ni con las preguntas limitadas que reclamaba la ciencia para obtener resultados fiables. Un sangrado incontrolable lo llevó al umbral de la muerte y lo cambiaron sus perspectivas sobre el ser humano. Ahora busca transitar por un nuevo camino de conocimiento que ataque las preguntas fundamentales sobre la vida, la muerte y la consciencia.
La premisa con la que trabaja Gómez-Marín es que el cerebro no produce la realidad, sino que la filtra. Esta hipótesis explicaría fenómenos como las experiencias cercanas a la muerte, que ocurren cuando no hay actividad cerebral. El investigador barcelonés cree que la conciencia existe en el universo independientemente del cerebro y busca demostrarlo con nuevos experimentos.
La necesidad de esperanza de Gómez-Marín le lleva a aceptar prácticas como el espiritismo, aunque reconoce que no hay pruebas científicas para demostrar la existencia de los espíritus. El filósofo John Grey sostiene que la ciencia moderna empieza con la observación y la experimentación, y que a veces los resultados parecen imposibles. Carl Sagan defendió que las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias.
En una época en la que se busca que la ciencia avale lo que se siente como verdadero, Gómez-Marín se plantea preguntas fundamentales sobre lo que significa ser humano y cómo nuestra consciencia surge del cerebro. Su investigación busca desafiar la estrechez de la ciencia convencional y abrirlas puertas para nuevas ideas y perspectivas.