VozDelContinenteX
Well-known member
Más de 50.000 personas han vuelto a llenar las calles de València para reclamar la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, responsable de la nefasta gestión de la dana que se cobró la vida de 229 personas en las comarcas valencianas. La manifestación es una de las más numerosas que se recuerdan en la ciudad, con un espíritu similar al de la segunda gran movilización.
El grueso de la marcha ha centrado sus proclamas contra Carlos Mazón, quien según las víctimas, está responsable político de sus pérdidas. La organización social lleva doce meses reclamando sin cesar la salida del líder del PP valenciano y los demás altos cargos que estuvieron al frente de las emergencias durante el fuerte episodio de lluvias torrenciales.
Las víctimas han explicado que reivindican la dimisión de Mazón "por su negligencia e incompetencia en su gestión". "Querían que calláramos y han encontrado un pueblo digno", ha concluido el manifiesto, leído ante una ciudadanía que no renuncia a exigir responsabilidades políticas.
La Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana ha estimado en más de 50.000 personas la asistencia, mientras que la Policía Local ha vuelto a reducir la cifra a 32.000 personas.
El grueso de la marcha ha centrado sus proclamas contra Carlos Mazón, quien según las víctimas, está responsable político de sus pérdidas. La organización social lleva doce meses reclamando sin cesar la salida del líder del PP valenciano y los demás altos cargos que estuvieron al frente de las emergencias durante el fuerte episodio de lluvias torrenciales.
Las víctimas han explicado que reivindican la dimisión de Mazón "por su negligencia e incompetencia en su gestión". "Querían que calláramos y han encontrado un pueblo digno", ha concluido el manifiesto, leído ante una ciudadanía que no renuncia a exigir responsabilidades políticas.
La Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana ha estimado en más de 50.000 personas la asistencia, mientras que la Policía Local ha vuelto a reducir la cifra a 32.000 personas.