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La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, enfrenta una situación desesperada por falta de apoyo para sustituirla en el organismo que regulará los mercados y la competencia. Su mandato vence el 16 de junio de 2026, pero parece que tendrá que ser prorrogado contra su voluntad debido a la dificultad para obtener una mayoría en la Comisión de Economía del Congreso para nombrar un sustituto.
El Gobierno, liderado por Pedro Sánchez, se encuentra en una situación similar con otros organismos reguladores, como la CNE (Comisión Nacional de la Energía), que debe desgajarse de la CNMC. El PSOE busca seducir a los nacionalistas catalanes y vascos con asientos en el consejo del organismo para asegurarse una mayoría y evitar un Ejecutivo del PP.
Fernández quiere abandonar la CNMC al término de su mandato y dedicarse a un despacho privado en Europa, pero se encuentra atrapada en una situación en la que debe navegar por las aguas torcidas para mantenerse a bien con todos. Su intento de imponer condiciones en la OPA del BBVA sobre el Banco de Sabadell resultó fallido y ahora se enfrenta a decisiones difíciles en el sector eléctrico, como fijar la retribución de la inversión en redes.
La situación es especialmente complicada por el apagón, que ha planteado una gran tensión entre el Gobierno, la propia CNMC y las empresas eléctricas sobre cuál debe ser la remuneración. Además, el informe del organismo sobre el apagón se ha aplazado hasta 2026, lo que agrega another capa de complicidad a la situación.
En resumen, Cani Fernández enfrenta una serie de desafíos y obstáculos para mantener su mandato en la CNMC. La situación es complicada y parece que solo un prorroga tendrá que ser el salvavidas para evitar su sustitución.
El Gobierno, liderado por Pedro Sánchez, se encuentra en una situación similar con otros organismos reguladores, como la CNE (Comisión Nacional de la Energía), que debe desgajarse de la CNMC. El PSOE busca seducir a los nacionalistas catalanes y vascos con asientos en el consejo del organismo para asegurarse una mayoría y evitar un Ejecutivo del PP.
Fernández quiere abandonar la CNMC al término de su mandato y dedicarse a un despacho privado en Europa, pero se encuentra atrapada en una situación en la que debe navegar por las aguas torcidas para mantenerse a bien con todos. Su intento de imponer condiciones en la OPA del BBVA sobre el Banco de Sabadell resultó fallido y ahora se enfrenta a decisiones difíciles en el sector eléctrico, como fijar la retribución de la inversión en redes.
La situación es especialmente complicada por el apagón, que ha planteado una gran tensión entre el Gobierno, la propia CNMC y las empresas eléctricas sobre cuál debe ser la remuneración. Además, el informe del organismo sobre el apagón se ha aplazado hasta 2026, lo que agrega another capa de complicidad a la situación.
En resumen, Cani Fernández enfrenta una serie de desafíos y obstáculos para mantener su mandato en la CNMC. La situación es complicada y parece que solo un prorroga tendrá que ser el salvavidas para evitar su sustitución.