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El marido de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha sido condenado a pagar más de 853.000 euros a su hermano Íñigo por el cuadro "Los libertinos" de Francisco de Goya que vendió en 2012 para evitar que se declarara Bien de Interés Cultural y así poder venderlo sin restricciones.
Fernando Ramírez de Haro, conde de Bornos, tenía la intención de entregarle a cada uno de sus hermanos y sobrina una parte del cuadro, según lo establecido en un documento que firmó en 2014. Sin embargo, nunca cumplió con esa promesa.
El juez ha concluido que la donación fue "verdadera voluntad" y que el documento expresa claramente la intención de obligarse a devolver el dinero. Además, rechazó los argumentos de la defensa del marido de Aguirre, que intentaron justificar la venta del cuadro como una donación y evitar la declaración como Bien de Interés Cultural.
La condena implica que Ramírez de Haro debe pagar 853.732,83 euros a su hermano Íñigo, además de unos intereses y costas procesales que acercan esa cantidad al millón de euros. El caso todavía es recurrible ante la Audiencia Provincial y luego ante el Tribunal Supremo.
Ramírez de Haro había vendido el cuadro por más de cinco millones de euros en 2012, aunque nunca cumplió con su promesa de devolverle a sus hermanos la parte que correspondía a cada uno. La venta del cuadro se realizó en el marco de una transacción para saldar deudas millonarias, lo que hizo que las autoridades no conocieran la existencia del cuadro como Bien de Interés Cultural.
Fernando Ramírez de Haro, conde de Bornos, tenía la intención de entregarle a cada uno de sus hermanos y sobrina una parte del cuadro, según lo establecido en un documento que firmó en 2014. Sin embargo, nunca cumplió con esa promesa.
El juez ha concluido que la donación fue "verdadera voluntad" y que el documento expresa claramente la intención de obligarse a devolver el dinero. Además, rechazó los argumentos de la defensa del marido de Aguirre, que intentaron justificar la venta del cuadro como una donación y evitar la declaración como Bien de Interés Cultural.
La condena implica que Ramírez de Haro debe pagar 853.732,83 euros a su hermano Íñigo, además de unos intereses y costas procesales que acercan esa cantidad al millón de euros. El caso todavía es recurrible ante la Audiencia Provincial y luego ante el Tribunal Supremo.
Ramírez de Haro había vendido el cuadro por más de cinco millones de euros en 2012, aunque nunca cumplió con su promesa de devolverle a sus hermanos la parte que correspondía a cada uno. La venta del cuadro se realizó en el marco de una transacción para saldar deudas millonarias, lo que hizo que las autoridades no conocieran la existencia del cuadro como Bien de Interés Cultural.