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El presidente Donald Trump ha iniciado oficialmente la demolición del Ala Este de la Casa Blanca, con el objetivo de construir un nuevo salón de 8.300 metros cuadrados y un costo estimado de 250 millones de dólares. El proyecto, que había sido anunciado meses atrás, se considera uno de los más ambiciosos realizados en la histórica mansión.
El Ala Este, construido en 1902, ha sido renovado y modificada varias veces a lo largo de su historia, incluyendo la adición de una segunda planta en 1942. Sin embargo, según fuentes de la Casa Blanca, el proyecto no se llevará a cabo sin una serie de cambios significativos.
"Se está modernizando como parte de este proceso", declaró Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca. "No se derribará nada".
El nuevo salón tendrá capacidad para 650 personas y servirá a futuras administraciones, según Trump. El proyecto ha sido financiado por donantes privados y empresas estadounidenses.
La construcción del salón estará dirigida por Clark Construction y la ingeniería estará a cargo de AECOM. El arquitecto principal será McCrery Architects, con sede en Washington.
El Ala Este fue elegido como lugar para la demolición debido a su menor importancia estratégica y su valor histórico menor que otros sectores de la mansión. Sin embargo, algunos críticos argumentan que el proyecto es un ejemplo de desuso de recursos públicos y pérdida de espacio público.
La inauguración del nuevo salón marca un cambio significativo en la Casa Blanca, que se está convirtiendo en una réplica más grande y ostentosa de sí misma.
El Ala Este, construido en 1902, ha sido renovado y modificada varias veces a lo largo de su historia, incluyendo la adición de una segunda planta en 1942. Sin embargo, según fuentes de la Casa Blanca, el proyecto no se llevará a cabo sin una serie de cambios significativos.
"Se está modernizando como parte de este proceso", declaró Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca. "No se derribará nada".
El nuevo salón tendrá capacidad para 650 personas y servirá a futuras administraciones, según Trump. El proyecto ha sido financiado por donantes privados y empresas estadounidenses.
La construcción del salón estará dirigida por Clark Construction y la ingeniería estará a cargo de AECOM. El arquitecto principal será McCrery Architects, con sede en Washington.
El Ala Este fue elegido como lugar para la demolición debido a su menor importancia estratégica y su valor histórico menor que otros sectores de la mansión. Sin embargo, algunos críticos argumentan que el proyecto es un ejemplo de desuso de recursos públicos y pérdida de espacio público.
La inauguración del nuevo salón marca un cambio significativo en la Casa Blanca, que se está convirtiendo en una réplica más grande y ostentosa de sí misma.