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El 20 de noviembre del año pasado se cumplió medio siglo sin Franco en España, pero también sin la Casa Cornide. La famosa residencia urbanística en A Coruña, que fue una propiedad de la familia franquista, sigue sin estar fuera de las manos de sus descendientes.
La casa, que es una obra del ingeniero Francisco Llobet y data del siglo XVIII, con un fuerte vínculo con el período cultural de la Ilustración, ha sido objeto de un largo litigio entre los herederos del dictador y el gobierno gallego. En 2021 se inició la tramitación de la declaración BIC (Bien de Interés Cultural), pero fue un proceso retrasado por parte del gobierno.
Hasta hoy, la casa sigue siendo una propiedad privada, aunque su interior ha sido abierto al público para visitas guiadas. La asociación Defensa do Común ha estado trabajando en este asunto durante años y considera que es un caso de "expolio" (robo) del patrimonio cultural gallego.
La familia Franco no solo compró la casa a 305.000 pesetas, pero también se vendió cuatro días después a Carmen Polo por un precio mucho menor, 25.000 pesetas. Aunque el colectivo de defensa considera que este trato fue una maniobra para "estrellar" el edificio al mejor postor.
La asociación Defensa do Común ha estado organizando marchas y manifestaciones para reclamar la devolución de la propiedad a los gallegos. En febrero, se realizaron las Marchas Cívicas 2023, con concentraciones en diferentes lugares de A Coruña. También han estado trabajando en la presentación de una demanda judicial contra la familia Franco.
El objetivo principal es que se declare nula la sesión plenaria franquista del 2 de agosto de 1962, donde se aprobó la venta de la Casa Cornide al Estado. Aunque esta no es la única reivindicación, consideran que también es fundamental la retirada de los títulos honoríficos y distinciones otorgadas a Barrié de la Maza.
La casa tiene más de 1.500 metros cuadrados y podría ser utilizada como un centro cultural, un edificio para mayores o incluso varios usos mixtos. Sin embargo, el colectivo Defensa do Común considera que su función principal debería ser devolverla a la ciudad herculina, donde perteneció durante tanto tiempo.
La memoria histórica sigue pendiente de esta lucha, y el colectivo no descarta la posibilidad de seguir adelante con la demanda judicial. La asociación Defensa do Común ha mostrado su voluntad de "volver a casa" con la Casa Cornide.
La casa, que es una obra del ingeniero Francisco Llobet y data del siglo XVIII, con un fuerte vínculo con el período cultural de la Ilustración, ha sido objeto de un largo litigio entre los herederos del dictador y el gobierno gallego. En 2021 se inició la tramitación de la declaración BIC (Bien de Interés Cultural), pero fue un proceso retrasado por parte del gobierno.
Hasta hoy, la casa sigue siendo una propiedad privada, aunque su interior ha sido abierto al público para visitas guiadas. La asociación Defensa do Común ha estado trabajando en este asunto durante años y considera que es un caso de "expolio" (robo) del patrimonio cultural gallego.
La familia Franco no solo compró la casa a 305.000 pesetas, pero también se vendió cuatro días después a Carmen Polo por un precio mucho menor, 25.000 pesetas. Aunque el colectivo de defensa considera que este trato fue una maniobra para "estrellar" el edificio al mejor postor.
La asociación Defensa do Común ha estado organizando marchas y manifestaciones para reclamar la devolución de la propiedad a los gallegos. En febrero, se realizaron las Marchas Cívicas 2023, con concentraciones en diferentes lugares de A Coruña. También han estado trabajando en la presentación de una demanda judicial contra la familia Franco.
El objetivo principal es que se declare nula la sesión plenaria franquista del 2 de agosto de 1962, donde se aprobó la venta de la Casa Cornide al Estado. Aunque esta no es la única reivindicación, consideran que también es fundamental la retirada de los títulos honoríficos y distinciones otorgadas a Barrié de la Maza.
La casa tiene más de 1.500 metros cuadrados y podría ser utilizada como un centro cultural, un edificio para mayores o incluso varios usos mixtos. Sin embargo, el colectivo Defensa do Común considera que su función principal debería ser devolverla a la ciudad herculina, donde perteneció durante tanto tiempo.
La memoria histórica sigue pendiente de esta lucha, y el colectivo no descarta la posibilidad de seguir adelante con la demanda judicial. La asociación Defensa do Común ha mostrado su voluntad de "volver a casa" con la Casa Cornide.