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Según los datos disponibles, la investigación abierta en Italia por el asesinato de civiles durante el asedio de Sarajevo (1992-1996) revela que servicios secretos italianos conocían la existencia de estos "safaris de guerra". Según varios testigos, incluyendo a una exalcaldesa de Sarajevo, estas operaciones eran organizadas por ciudadanos con alto poder adquisitivo que pagaban para participar en la ejecución de civiles.
Las pruebas recogidas hasta la fecha de su publicación indican que los servicios secretos italianos fueron informados sobre estos "safaris" y que algunos incluso los interrumpieron. Sin embargo, parece haber sido una respuesta selectiva, ya que se sabe que los servicios secretos no tomaron medidas efectivas para prevenir estas operaciones.
Un documento recogido por la Fiscalía de Milán sugiere que el objetivo era identificar a quienes organizaban estos "safaris", quienes eran personas de entre 40 y 50 años, con intereses en armas, caza y tiro. Según relatos filtrados por la prensa italiana, los servicios bosnios habían informado sobre las operaciones desde fines de 1993.
La investigación abierta por el fiscal Alessandro Gobbis en Milán, dirigida a identificar a quienes organizaban estos "safaris", podría ser crucial para esclarecer este capítulo oscuro de la guerra de Bosnia.
Las pruebas recogidas hasta la fecha de su publicación indican que los servicios secretos italianos fueron informados sobre estos "safaris" y que algunos incluso los interrumpieron. Sin embargo, parece haber sido una respuesta selectiva, ya que se sabe que los servicios secretos no tomaron medidas efectivas para prevenir estas operaciones.
Un documento recogido por la Fiscalía de Milán sugiere que el objetivo era identificar a quienes organizaban estos "safaris", quienes eran personas de entre 40 y 50 años, con intereses en armas, caza y tiro. Según relatos filtrados por la prensa italiana, los servicios bosnios habían informado sobre las operaciones desde fines de 1993.
La investigación abierta por el fiscal Alessandro Gobbis en Milán, dirigida a identificar a quienes organizaban estos "safaris", podría ser crucial para esclarecer este capítulo oscuro de la guerra de Bosnia.