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Leire Martínez, la voz que durante 17 años se calló en La Oreja de Van Gogh
Hace una década, Leire Martínez entró en La Oreja de Van Gogh como sustituta de Amaia Montero. Al principio, aceptaba las condiciones para mantenerse en el grupo, pero con el tiempo comenzó a darse cuenta de que su opinión nunca era escuchada. "Después de 17 años he sido una desconocida para muchos", ha dicho la cantante en una charla reciente.
La presión social y la falta de apoyo
Cuando entró en La Oreja de Van Gogh, Martínez sintió una gran presión social. Era un reto entrar en una banda con una trayectoria y todo lo que había conseguido. Tuvo miedo porque el ruido era si sería capaz de sostenerlo y recaía solo en ella esa presión.
Recuerda que cuando se unió al grupo, Martínez estaba dispuesta a aceptar cualquier papel y no hablar sobre sus opiniones. Pero con el tiempo comenzó a darse cuenta de que su criterio nunca era escuchado. "Está bien que haya roles en una banda y yo creía en la idea romántica de que lo importante era la marca y no tanto los nombres propios", ha explicado.
Pero ahora Martínez ve que, al aceptar esos roles, se silencian muchas cosas. Después de 17 años ha sido una desconocida para muchos, dice. Su experiencia en La Oreja de Van Gogh ha sido muy diferente a lo que esperaba. Cuando entra en un grupo de música, la gente espera que seas la voz de la banda y no solo una persona más.
Las reacciones brutales
Cuando hace poco más de un año su ex banda publicó el comunicado unilateral que anunciaba su salida del grupo, Martínez se sorprendió ante las reacciones tan brutales. "Si lo que he vivido ha servido como toque de atención para que (la sociedad) se fije (en otro tipo de situaciones), lo aplaudo", ha reflexionado.
Pero Martínez también ha señalado que a veces tendemos a generar personajes y colocarlos como estandartes, pero no siempre funciona. Funcionan mucho desde el discurso, pero hay que pasar a la acción. En su caso, eso significa que se tiene que llamar la atención para que se hagan cambios reales en la industria.
Una experiencia que no ha callado
Martínez ha recordado una experiencia que vivió hace años, cuando aún estaba en La Oreja de Van Gogh. "Estábamos celebrando un número 1 y el presidente de la compañía me dijo: 'Mmm, ¡qué tetas tienes!'", ha rememorado.
Cuando expuso la situación vivida al resto de sus compañeros, "ninguno de los hombres" que la acompañaba "hizo nada". Martínez se dio cuenta de que en esa época no había mucha presencia femenina y menos aún presencia activa. En ese momento, se sintió muy aislada.
La transformación de una desconocida
En su charla reciente, Martínez ha bromeado con el título: "Más allá del empoderamiento: mujeres que transforman la industria". Pero para ella, eso es un recordatorio de cómo ha evolucionado desde ser una sustituta a encontrar su propio camino. Si en algún momento dejó de ser la sustituta, Martínez no lo sabe, pero sabe que ha cambiado y ha encontrado su propia voz.
En sus palabras, "si lo que he vivido ha servido como toque de atención para que (la sociedad) se fije (en otro tipo de situaciones), lo aplaudo".
Hace una década, Leire Martínez entró en La Oreja de Van Gogh como sustituta de Amaia Montero. Al principio, aceptaba las condiciones para mantenerse en el grupo, pero con el tiempo comenzó a darse cuenta de que su opinión nunca era escuchada. "Después de 17 años he sido una desconocida para muchos", ha dicho la cantante en una charla reciente.
La presión social y la falta de apoyo
Cuando entró en La Oreja de Van Gogh, Martínez sintió una gran presión social. Era un reto entrar en una banda con una trayectoria y todo lo que había conseguido. Tuvo miedo porque el ruido era si sería capaz de sostenerlo y recaía solo en ella esa presión.
Recuerda que cuando se unió al grupo, Martínez estaba dispuesta a aceptar cualquier papel y no hablar sobre sus opiniones. Pero con el tiempo comenzó a darse cuenta de que su criterio nunca era escuchado. "Está bien que haya roles en una banda y yo creía en la idea romántica de que lo importante era la marca y no tanto los nombres propios", ha explicado.
Pero ahora Martínez ve que, al aceptar esos roles, se silencian muchas cosas. Después de 17 años ha sido una desconocida para muchos, dice. Su experiencia en La Oreja de Van Gogh ha sido muy diferente a lo que esperaba. Cuando entra en un grupo de música, la gente espera que seas la voz de la banda y no solo una persona más.
Las reacciones brutales
Cuando hace poco más de un año su ex banda publicó el comunicado unilateral que anunciaba su salida del grupo, Martínez se sorprendió ante las reacciones tan brutales. "Si lo que he vivido ha servido como toque de atención para que (la sociedad) se fije (en otro tipo de situaciones), lo aplaudo", ha reflexionado.
Pero Martínez también ha señalado que a veces tendemos a generar personajes y colocarlos como estandartes, pero no siempre funciona. Funcionan mucho desde el discurso, pero hay que pasar a la acción. En su caso, eso significa que se tiene que llamar la atención para que se hagan cambios reales en la industria.
Una experiencia que no ha callado
Martínez ha recordado una experiencia que vivió hace años, cuando aún estaba en La Oreja de Van Gogh. "Estábamos celebrando un número 1 y el presidente de la compañía me dijo: 'Mmm, ¡qué tetas tienes!'", ha rememorado.
Cuando expuso la situación vivida al resto de sus compañeros, "ninguno de los hombres" que la acompañaba "hizo nada". Martínez se dio cuenta de que en esa época no había mucha presencia femenina y menos aún presencia activa. En ese momento, se sintió muy aislada.
La transformación de una desconocida
En su charla reciente, Martínez ha bromeado con el título: "Más allá del empoderamiento: mujeres que transforman la industria". Pero para ella, eso es un recordatorio de cómo ha evolucionado desde ser una sustituta a encontrar su propio camino. Si en algún momento dejó de ser la sustituta, Martínez no lo sabe, pero sabe que ha cambiado y ha encontrado su propia voz.
En sus palabras, "si lo que he vivido ha servido como toque de atención para que (la sociedad) se fije (en otro tipo de situaciones), lo aplaudo".