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En una revelación devastadora, cinco hembras de bonobos se lanzaron a una brutal ataque que terminó con la muerte de un macho adulto. El incidente, capturado en video por científicos, pone de relieve las complejidades y violencias de la sociedad de estos primates, cuyo mito de ser pacíficos ha sido desafiado una y otra vez.
La escena del ataque se produjo en el 18 de febrero de este año en la selva de Salonga, República Democrática del Congo, y duró aproximadamente 25 minutos. Las cinco hembras, identificadas como Polly, Tao, Ngola, Djulie y Bella, se enfrentaron al macho adulto de casi veinte años, Hugo, que yacía aturdido en el suelo.
Según testigos, las hembras saltaron sobre el cuerpo de Hugo, lo pisotearon y le mordieron la cabeza, las piernas, el cuello, los dedos de las manos y de los pies. Una de ellas arrancó una oreja y otras practicaron frotamientos genitales entre sí encima de él.
El macho resultante tenía un rostro desfigurado, sangraba en los labios y cejas, y presentaba heridas graves en los testículos y el pene. Aunque logró huir del escenario dos horas después, su estado es desconocido.
Este caso pone de relieve la complejidad de la sociedad de los bonobos, cuya estructura matrilineal se caracteriza por una cooperación y solidaridad entre las hembras. Según científicos, las hembras son capaces de ejercer un poder social significativo dentro del grupo, lo que les permite mantener el equilibrio de poder con los machos.
En este caso específico, la agresión se llevó a cabo contra Hugo después de que él hubo hecho un gesto agresivo hacia una cría de una de las hembras. Esto pone de relieve cómo las hembras pueden reaccionar en defensa de sus compañeros y familiares.
El experto Sonya Pashchevskaya, primatóloga del Instituto Max Planck (Alemania), considera que este caso es un ejemplo de la "violencia extrema" como respuesta a una amenaza extrema. También destaca que las hembras pueden ejecutar actos de violencia contra los machos adultos si creen que se están poniendo en riesgo.
Además, la autora principal del estudio sobre este caso, también de Pashchevskaya, considera que el frotamiento genitales entre las hembras es una forma de coordinar su comportamiento y reducir el estrés durante momentos tensos.
La escena del ataque se produjo en el 18 de febrero de este año en la selva de Salonga, República Democrática del Congo, y duró aproximadamente 25 minutos. Las cinco hembras, identificadas como Polly, Tao, Ngola, Djulie y Bella, se enfrentaron al macho adulto de casi veinte años, Hugo, que yacía aturdido en el suelo.
Según testigos, las hembras saltaron sobre el cuerpo de Hugo, lo pisotearon y le mordieron la cabeza, las piernas, el cuello, los dedos de las manos y de los pies. Una de ellas arrancó una oreja y otras practicaron frotamientos genitales entre sí encima de él.
El macho resultante tenía un rostro desfigurado, sangraba en los labios y cejas, y presentaba heridas graves en los testículos y el pene. Aunque logró huir del escenario dos horas después, su estado es desconocido.
Este caso pone de relieve la complejidad de la sociedad de los bonobos, cuya estructura matrilineal se caracteriza por una cooperación y solidaridad entre las hembras. Según científicos, las hembras son capaces de ejercer un poder social significativo dentro del grupo, lo que les permite mantener el equilibrio de poder con los machos.
En este caso específico, la agresión se llevó a cabo contra Hugo después de que él hubo hecho un gesto agresivo hacia una cría de una de las hembras. Esto pone de relieve cómo las hembras pueden reaccionar en defensa de sus compañeros y familiares.
El experto Sonya Pashchevskaya, primatóloga del Instituto Max Planck (Alemania), considera que este caso es un ejemplo de la "violencia extrema" como respuesta a una amenaza extrema. También destaca que las hembras pueden ejecutar actos de violencia contra los machos adultos si creen que se están poniendo en riesgo.
Además, la autora principal del estudio sobre este caso, también de Pashchevskaya, considera que el frotamiento genitales entre las hembras es una forma de coordinar su comportamiento y reducir el estrés durante momentos tensos.