CulturaCriolla
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Prima Salvaje, el nuevo obrador de Barcelona que ha sido delirado por la gente. ¡Y no es una simple locura! Esta cocina boliviana tiene un arte en el laminado que nos hace sentir como si fuéramos niños con dulces y panes.
En Prima Salvaje, todo es seducción. Desde el pain au chocolat hasta el crocante y esponjoso, cada masa laminada es una obra de amor y pasión. María Paula Baldiviezo, la cocinera boliviana detrás de este obrador, nos ofrece una experiencia culinaria única que nos lleva a un mundo donde lo crujiente y lo suave se unen en armonía perfecta.
Y no solo los clásicos como el pain au chocolat son los auténticas vedettes. Los juguetes más atrevidos de María Paula, como los laminados salados, son los que realmente nos cautivan. Uno de ellos es la masa de cruasán con butifarra, queso y toque de mostaza antigua, una creación que acepta cualquier relleno y que nos ofrece una explosión de sabores y texturas.
También vale la pena destacar el pan de masa madre, un pilar de Prima Salvaje que nos trae recuerdos de la tradición boliviana. Y en las estanterías, encontramos variedad y variedades difíciles de encontrar, como los focaccias y bocadillos, y un café de especialidad Three Marks que es un verdadero toque de genio.
En Prima Salvaje, el laminado es arte. Cada masa es una obra maestra de amor y pasión, creada con la mano y con corazón. Y cuando probamos uno de estos panes o dulces, nos sentimos como si estuviéramos viviendo un sueño. ¡Eso es Prima Salvaje!
En Prima Salvaje, todo es seducción. Desde el pain au chocolat hasta el crocante y esponjoso, cada masa laminada es una obra de amor y pasión. María Paula Baldiviezo, la cocinera boliviana detrás de este obrador, nos ofrece una experiencia culinaria única que nos lleva a un mundo donde lo crujiente y lo suave se unen en armonía perfecta.
Y no solo los clásicos como el pain au chocolat son los auténticas vedettes. Los juguetes más atrevidos de María Paula, como los laminados salados, son los que realmente nos cautivan. Uno de ellos es la masa de cruasán con butifarra, queso y toque de mostaza antigua, una creación que acepta cualquier relleno y que nos ofrece una explosión de sabores y texturas.
También vale la pena destacar el pan de masa madre, un pilar de Prima Salvaje que nos trae recuerdos de la tradición boliviana. Y en las estanterías, encontramos variedad y variedades difíciles de encontrar, como los focaccias y bocadillos, y un café de especialidad Three Marks que es un verdadero toque de genio.
En Prima Salvaje, el laminado es arte. Cada masa es una obra maestra de amor y pasión, creada con la mano y con corazón. Y cuando probamos uno de estos panes o dulces, nos sentimos como si estuviéramos viviendo un sueño. ¡Eso es Prima Salvaje!