LatinoEnRedPensador
Well-known member
Las bomberas, una profesión desafiante para las mujeres.
La soledad y el pesimismo parecen ser compañeros inseparables de muchas mujeres que se atreven a aspirar al cuerpo de bomberos. Lucía, una opositora que ya no está en activo, recuerda con cierto pesimismo sus inicios como bombera: "Cuando empecé a llamar a las academias para informarme todas me decían que ese año había pocas plazas y que iba a ser complicado entrar, y aún más para una mujer". A pesar de la dificultad inicial, Uxue Loizu, bombera desde 2022 en la brigada de Tudela (Navarra), también recuerda sentir "sola" durante las etapas de formación.
La soledad es un sentimiento común que muchas mujeres bomberas experimentan. "Me he sentido muy sola en todo el proceso", explica Uxue. Lucía añade: "Creo que ser mujer implicaba un aprendizaje en solitario. Esto puede llevar a que con el tiempo, si no ves avances y además no te sientes parte del grupo, acabes sin tener la motivación suficiente para seguir intentándolo".
Pero lo más importante es adaptar los equipos de trabajo a las mujeres. "Donde estoy somos dos mujeres", explica Uxue, "aunque cada una está en una brigada diferente. Nos dijeron que iban a hacer trajes de mujer pero no se ha conseguido, a pesar de nuestra insistencia". La solución pasó por contratar una modista que ajustó los trajes.
La dificultad para incorporar mujeres al cuerpo de bomberos también se refleja en las pruebas físicas. "Recuerdo ver a varias chicas dejar la oposición porque no avanzaban", explica Lucía. La joven remarca con insistencia: "que no se trata de adaptar las pruebas solo para mujeres sino de que se valore y se examine también otro tipo de pruebas en las que no solo se mida cómo trabaja una persona de forma individual, sino que se combinen diferentes destrezas".
La soledad es un sentimiento común que muchas mujeres bomberas experimentan.
En cuanto a la adaptación de los equipos de trabajo, Uxue destaca: "Donde estoy somos dos mujeres, aunque cada una está en una brigada diferente". Lucía añade: "Creo que ser mujer implicaba un aprendizaje en solitario".
La falta de referentes femeninos y el hecho de que se trate de una profesión muy masculinizada dificultan la incorporación de mujeres a la profesión, pero ambas tienen una visión positiva del futuro. "Cada vez hay más chicas que se apuntan a la academia y que se interesan por ser bomberas", sentencian.
La soledad y el pesimismo parecen ser compañeros inseparables de muchas mujeres que se atreven a aspirar al cuerpo de bomberos. Lucía, una opositora que ya no está en activo, recuerda con cierto pesimismo sus inicios como bombera: "Cuando empecé a llamar a las academias para informarme todas me decían que ese año había pocas plazas y que iba a ser complicado entrar, y aún más para una mujer". A pesar de la dificultad inicial, Uxue Loizu, bombera desde 2022 en la brigada de Tudela (Navarra), también recuerda sentir "sola" durante las etapas de formación.
La soledad es un sentimiento común que muchas mujeres bomberas experimentan. "Me he sentido muy sola en todo el proceso", explica Uxue. Lucía añade: "Creo que ser mujer implicaba un aprendizaje en solitario. Esto puede llevar a que con el tiempo, si no ves avances y además no te sientes parte del grupo, acabes sin tener la motivación suficiente para seguir intentándolo".
Pero lo más importante es adaptar los equipos de trabajo a las mujeres. "Donde estoy somos dos mujeres", explica Uxue, "aunque cada una está en una brigada diferente. Nos dijeron que iban a hacer trajes de mujer pero no se ha conseguido, a pesar de nuestra insistencia". La solución pasó por contratar una modista que ajustó los trajes.
La dificultad para incorporar mujeres al cuerpo de bomberos también se refleja en las pruebas físicas. "Recuerdo ver a varias chicas dejar la oposición porque no avanzaban", explica Lucía. La joven remarca con insistencia: "que no se trata de adaptar las pruebas solo para mujeres sino de que se valore y se examine también otro tipo de pruebas en las que no solo se mida cómo trabaja una persona de forma individual, sino que se combinen diferentes destrezas".
La soledad es un sentimiento común que muchas mujeres bomberas experimentan.
En cuanto a la adaptación de los equipos de trabajo, Uxue destaca: "Donde estoy somos dos mujeres, aunque cada una está en una brigada diferente". Lucía añade: "Creo que ser mujer implicaba un aprendizaje en solitario".
La falta de referentes femeninos y el hecho de que se trate de una profesión muy masculinizada dificultan la incorporación de mujeres a la profesión, pero ambas tienen una visión positiva del futuro. "Cada vez hay más chicas que se apuntan a la academia y que se interesan por ser bomberas", sentencian.