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La directora del Louvre, Laurence des Cars, se enfrentó a un momento crítico este martes en el Senado francés. La historia de su dimisión tras el robo de joyas imperiales del Louvre, que llegaron a valorarse en 88 millones de euros, ha sacudido profundamente a Francia y al mundo del arte.
El presidente francés Emmanuel Macron, quien la nombró directora del Louvre en 2021, rechazó de plano su dimisión. Fuentes cercanas a Elíseo indican que Macron llamó a Des Cars varias veces para animarla, diciéndole: "Tenez bon; il n'est pas question de casser la dynamique de rénovation du musée". Esto indica que el presidente creía que su papel era más importante que la crisis que enfrentaba el museo.
Sin embargo, el director del Louvre ha sido criticado por gastos excesivos en renovaciones internas, como una sala de comidas para mecenas que costó 500.000 euros. Des Cars ha defendido su gestión y ha destacado la profesionalidad de sus agentes, ninguno de los cuales estuvo armado durante el robo.
El sistema de videovigilancia exterior del Louvre también ha sido condenado por ser "muy insuficiente". La directora admitió que las cámaras eran viejas y no cubrían el balcón donde accedieron los ladrones. Des Cars ha pedido la instalación de una comisaría de policía dentro del museo y barreras para vehículos en los accesos.
La pérdida de joyas imperiales, incluyendo la diadema y la corona de la emperatriz Eugenia, ha sido calificada por Des Cars como "una herida inmensa". Aunque reconoció que el robo era un fracaso, aseguró que es posible realizar una restauración delicada para recuperar algunas de las piezas robadas.
La decisión de Macron de rechazar la dimisión de Des Cars ha generado polémica y ha dejado a muchos franceses preocupados por la seguridad del Louvre. La directora, que fue la primera mujer al frente del Louvre desde su fundación en 1793, ha demostrado ser una defensora apasionada de la cultura y el arte, pero ahora enfrenta un desafío importante para recuperar la confianza de los franceses.
El presidente francés Emmanuel Macron, quien la nombró directora del Louvre en 2021, rechazó de plano su dimisión. Fuentes cercanas a Elíseo indican que Macron llamó a Des Cars varias veces para animarla, diciéndole: "Tenez bon; il n'est pas question de casser la dynamique de rénovation du musée". Esto indica que el presidente creía que su papel era más importante que la crisis que enfrentaba el museo.
Sin embargo, el director del Louvre ha sido criticado por gastos excesivos en renovaciones internas, como una sala de comidas para mecenas que costó 500.000 euros. Des Cars ha defendido su gestión y ha destacado la profesionalidad de sus agentes, ninguno de los cuales estuvo armado durante el robo.
El sistema de videovigilancia exterior del Louvre también ha sido condenado por ser "muy insuficiente". La directora admitió que las cámaras eran viejas y no cubrían el balcón donde accedieron los ladrones. Des Cars ha pedido la instalación de una comisaría de policía dentro del museo y barreras para vehículos en los accesos.
La pérdida de joyas imperiales, incluyendo la diadema y la corona de la emperatriz Eugenia, ha sido calificada por Des Cars como "una herida inmensa". Aunque reconoció que el robo era un fracaso, aseguró que es posible realizar una restauración delicada para recuperar algunas de las piezas robadas.
La decisión de Macron de rechazar la dimisión de Des Cars ha generado polémica y ha dejado a muchos franceses preocupados por la seguridad del Louvre. La directora, que fue la primera mujer al frente del Louvre desde su fundación en 1793, ha demostrado ser una defensora apasionada de la cultura y el arte, pero ahora enfrenta un desafío importante para recuperar la confianza de los franceses.