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El multilateralismo ha demostrado sus fuerzas para alcanzar un consenso en la lucha contra el cambio climático, aunque sin objetivos concretos para el fin de los combustibles fósiles. El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirma "la ciencia prevalece" y que la comunidad internacional ha elegido seguir la primera opción ante la crisis ambiental.
El acuerdo Global Mutirão-Colaboración Global, alcanzado tras una noche de intensas negociaciones en Belém, incluye avances en adaptación, financiación y reglas de transparencia. Sin embargo, deja para 2026 las decisiones que deberían haberse tomado en la actual cita.
La delegación colombiana ha expresado su malestar por la ausencia de partes acordadas por consenso y ha destacado que Colombia no aceptará un texto que niega la ciencia o impide el cumplimiento del objetivo de 1,5 °C. La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Irene Vélez-Torres, ha afirmado que "Colombia no aceptará un texto que le da la espalda a los pueblos y a la vida".
El acuerdo deja sin compromisos ni metas claras para el fin de los combustibles fósiles, aunque destaca la urgencia de reducir rápidamente las emisiones. El documento ha sido adoptado por 194 países, lo cual es un triunfo en vista de las turbulencias geopolíticas actuales.
El plan para la transición hacia una economía sin combustibles fósiles no forma parte del acuerdo final, aunque se ha aprobado con el apoyo de 90 países. Un segundo plan de lucha contra la deforestación ha logrado el apoyo de otros 90 países, aunque su ausencia del acuerdo final supone un importante revés.
La creación del Fondo Bosques Tropicales Para Siempre y el Mecanismo para una Transición Justa son otros acuerdos importantes valorados por la sociedad civil. La primera conferencia de alto nivel se celebrará en abril en Colombia y se centrará en la reducción del uso de combustibles fósiles.
En resumen, el acuerdo Global Mutirão-Colaboración Global es un triunfo para la lucha contra el cambio climático, aunque sin objetivos concretos para el fin de los combustibles fósiles. La comunidad internacional ha demostrado su voluntad de trabajar juntas para abordar esta crisis, pero todavía hay mucho trabajo por hacer para proteger el planeta.
El acuerdo Global Mutirão-Colaboración Global, alcanzado tras una noche de intensas negociaciones en Belém, incluye avances en adaptación, financiación y reglas de transparencia. Sin embargo, deja para 2026 las decisiones que deberían haberse tomado en la actual cita.
La delegación colombiana ha expresado su malestar por la ausencia de partes acordadas por consenso y ha destacado que Colombia no aceptará un texto que niega la ciencia o impide el cumplimiento del objetivo de 1,5 °C. La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Irene Vélez-Torres, ha afirmado que "Colombia no aceptará un texto que le da la espalda a los pueblos y a la vida".
El acuerdo deja sin compromisos ni metas claras para el fin de los combustibles fósiles, aunque destaca la urgencia de reducir rápidamente las emisiones. El documento ha sido adoptado por 194 países, lo cual es un triunfo en vista de las turbulencias geopolíticas actuales.
El plan para la transición hacia una economía sin combustibles fósiles no forma parte del acuerdo final, aunque se ha aprobado con el apoyo de 90 países. Un segundo plan de lucha contra la deforestación ha logrado el apoyo de otros 90 países, aunque su ausencia del acuerdo final supone un importante revés.
La creación del Fondo Bosques Tropicales Para Siempre y el Mecanismo para una Transición Justa son otros acuerdos importantes valorados por la sociedad civil. La primera conferencia de alto nivel se celebrará en abril en Colombia y se centrará en la reducción del uso de combustibles fósiles.
En resumen, el acuerdo Global Mutirão-Colaboración Global es un triunfo para la lucha contra el cambio climático, aunque sin objetivos concretos para el fin de los combustibles fósiles. La comunidad internacional ha demostrado su voluntad de trabajar juntas para abordar esta crisis, pero todavía hay mucho trabajo por hacer para proteger el planeta.