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Isabel Preysler ha confesado en su autobiografía que su separación de sus hijos mayores, Chábeli, Julio y Enrique, fue un momento "más triste" de su vida. En ese relato, destaca el día en que los tres decidieron partir hacia Miami y cómo la preocupación por sus futuros les llevó a hablar con su padre, Julio Iglesias.
La autora afirma que cuando se enteró de las intenciones de Enrique de ser cantante, no pudo evitar preocuparse por su futuro. Le pidió que terminara sus estudios y se dedicara de lleno a su carrera artística. Sin embargo, según Isabel Preysler, el momento crucial fue cuando tuvo que contarle la noticia a Julio Iglesias.
La autora revela que la conversación con su padre fue "tensa" y que él no se comportó como un padre debería haberlo hecho. Según Isabel Preysler, Julio Iglesias no se sintió lo suficientemente apoyado en sus decisiones, lo que le causó dolor a Enrique.
La autora destaca que la reacción de su hijo fue de dolor y que resultó ser una fuente de disgustos y tristezas para él. La situación es particularmente delicada porque Julio Iglesias y Enrique tienen la misma profesión. La experiencia ha dejado un impacto duradero en Isabel Preysler, quien reconoce que desde el momento en que se levanta hasta que se acuesta, no puede dejar de pensar en sus hijos.
La confesión de Isabel Preysler sobre su separación y su relación con su hijo es un ejemplo de cómo la vida familiar puede ser compleja y dolorosa. La autora nos muestra que, incluso para las personas más famosas, hay momentos difíciles que deben enfrentarse con valentía y honestidad.
La autora afirma que cuando se enteró de las intenciones de Enrique de ser cantante, no pudo evitar preocuparse por su futuro. Le pidió que terminara sus estudios y se dedicara de lleno a su carrera artística. Sin embargo, según Isabel Preysler, el momento crucial fue cuando tuvo que contarle la noticia a Julio Iglesias.
La autora revela que la conversación con su padre fue "tensa" y que él no se comportó como un padre debería haberlo hecho. Según Isabel Preysler, Julio Iglesias no se sintió lo suficientemente apoyado en sus decisiones, lo que le causó dolor a Enrique.
La autora destaca que la reacción de su hijo fue de dolor y que resultó ser una fuente de disgustos y tristezas para él. La situación es particularmente delicada porque Julio Iglesias y Enrique tienen la misma profesión. La experiencia ha dejado un impacto duradero en Isabel Preysler, quien reconoce que desde el momento en que se levanta hasta que se acuesta, no puede dejar de pensar en sus hijos.
La confesión de Isabel Preysler sobre su separación y su relación con su hijo es un ejemplo de cómo la vida familiar puede ser compleja y dolorosa. La autora nos muestra que, incluso para las personas más famosas, hay momentos difíciles que deben enfrentarse con valentía y honestidad.