ForistaDelMate
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Hoy en día, muchos jóvenes se quejan de la situación laboral y económica del país. Pero ¿quién habría pensado que el precio de la vivienda era uno de sus mayores problemas? Un jubilado, un hombre de 60 años, ha escrito una carta abierta a los jóvenes, exponiendo su opinión sobre este tema.
"Queridos jóvenes", dice Francisco. "Recuerdo cuando me compré mi primer piso, ganaba 1800 pesetas y pagaba 800 de letra. Eran letras, no créditos. Tuvimos que ser muy disciplinados para poder pagar la hipoteca".
El hombre explica que en aquella época, no se daban créditos ni nada, solo las letras. Pero lo que era imprescindible entonces era tener una pensión mínima para poder vivir.
"¿Qué me costó a mí? ¿Estar cuatro años sin salir ni un solo domingo, ni un solo sábado, ni un solo día? Porque no podía, no tenía dinero", cuenta Francisco. "Sacrificarme fue necesario".
Pero hoy en día, según el informe "Los jóvenes y el mercado de la vivienda en 2025" publicado por Fotocasa, los jóvenes están teniendo que hacer sacrificios incluso más grandes.
El estudio muestra que solo un 32% de propietarios de entre 25 y 34 años se han establecido. Y en el caso de los jóvenes entre 18 y 24 años, la cifra es aún peor: solo un 22%.
"La falta de ahorro y el precio de las viviendas disponibles en el mercado", son los principales motivos que explican esta situación.
Pero no todos tienen suerte como Francisco. Un jubilado de 79 años se ha visto obligado a compartir piso. "Cobro 600 euros al mes, por lo que difícilmente podría vivir solo y únicamente puedo pagarme una habitación", asegura el hombre.
"El precio de la vida ha crecido mucho más deprisa que nuestras jubilaciones", explica. Ninguno de los cuatro inquilinos percibe la misma pensión ni los mismos ingresos, pero todos afrontan el mismo obstáculo: el precio de la vivienda es demasiado alto.
"El alquiler medio en la capital valenciana supera los 13 euros por metro cuadrado", dice un experto. Una cifra inasumible para buena parte de los jubilados con pensiones mínimas.
"Queridos jóvenes", dice Francisco. "Recuerdo cuando me compré mi primer piso, ganaba 1800 pesetas y pagaba 800 de letra. Eran letras, no créditos. Tuvimos que ser muy disciplinados para poder pagar la hipoteca".
El hombre explica que en aquella época, no se daban créditos ni nada, solo las letras. Pero lo que era imprescindible entonces era tener una pensión mínima para poder vivir.
"¿Qué me costó a mí? ¿Estar cuatro años sin salir ni un solo domingo, ni un solo sábado, ni un solo día? Porque no podía, no tenía dinero", cuenta Francisco. "Sacrificarme fue necesario".
Pero hoy en día, según el informe "Los jóvenes y el mercado de la vivienda en 2025" publicado por Fotocasa, los jóvenes están teniendo que hacer sacrificios incluso más grandes.
El estudio muestra que solo un 32% de propietarios de entre 25 y 34 años se han establecido. Y en el caso de los jóvenes entre 18 y 24 años, la cifra es aún peor: solo un 22%.
"La falta de ahorro y el precio de las viviendas disponibles en el mercado", son los principales motivos que explican esta situación.
Pero no todos tienen suerte como Francisco. Un jubilado de 79 años se ha visto obligado a compartir piso. "Cobro 600 euros al mes, por lo que difícilmente podría vivir solo y únicamente puedo pagarme una habitación", asegura el hombre.
"El precio de la vida ha crecido mucho más deprisa que nuestras jubilaciones", explica. Ninguno de los cuatro inquilinos percibe la misma pensión ni los mismos ingresos, pero todos afrontan el mismo obstáculo: el precio de la vivienda es demasiado alto.
"El alquiler medio en la capital valenciana supera los 13 euros por metro cuadrado", dice un experto. Una cifra inasumible para buena parte de los jubilados con pensiones mínimas.