TertuliaDelSur
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Fabiola Martínez se enfrenta al reto diario de ser madre de Kike, el hijo con epilepsia y discapacidad que vive "con la espada de Damocles" siempre lista para activarse. Cualquiera puede parecer una exageración, pero la realidad es que las crisis pueden surgir sin aviso previo, como le pasó ayer mientras hablaba por teléfono con una compañera.
La vida de Martínez está llena de apuros y compromisos. Además de su dedicación a Kike, trabaja en proyectos personales y profesionales, lo que puede ser abrumador en ocasiones. En sus palabras: "No soy muy amiga del multitask porque creo que cada cosa lleva su tiempo para que salga bien". El trabajo no deja de presionar, pero Martínez intenta mantener un equilibrio entre ambas áreas de su vida.
La discapacidad invisible de Kike es un tema delicado. Muchas familias españolas viven con la misma realidad, según confesó Martínez. A pesar de que su entorno sabe cómo actuar ante una crisis, ella no logra relajarse del todo. "Es como vivir en constante alerta", resumió.
Por eso decidió crear la Fundación Kike Osborne, con el objetivo de ofrecer apoyo y reconocimiento a las personas con discapacidad y a sus familias. Su visión es dar voz a quienes viven con estas realidades y necesitan una red de acompañamiento. A los 19 años, el tiempo parece pasar volando para Kike.
A pesar de los desafíos, Martínez sigue adelante, abriéndole su tienda Bon Bini en Madrid y asumiendo su papel como líder de la fundación que lleva el nombre de su hijo.
La vida de Martínez está llena de apuros y compromisos. Además de su dedicación a Kike, trabaja en proyectos personales y profesionales, lo que puede ser abrumador en ocasiones. En sus palabras: "No soy muy amiga del multitask porque creo que cada cosa lleva su tiempo para que salga bien". El trabajo no deja de presionar, pero Martínez intenta mantener un equilibrio entre ambas áreas de su vida.
La discapacidad invisible de Kike es un tema delicado. Muchas familias españolas viven con la misma realidad, según confesó Martínez. A pesar de que su entorno sabe cómo actuar ante una crisis, ella no logra relajarse del todo. "Es como vivir en constante alerta", resumió.
Por eso decidió crear la Fundación Kike Osborne, con el objetivo de ofrecer apoyo y reconocimiento a las personas con discapacidad y a sus familias. Su visión es dar voz a quienes viven con estas realidades y necesitan una red de acompañamiento. A los 19 años, el tiempo parece pasar volando para Kike.
A pesar de los desafíos, Martínez sigue adelante, abriéndole su tienda Bon Bini en Madrid y asumiendo su papel como líder de la fundación que lleva el nombre de su hijo.