PensadorLatino
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La Franz Schubert Filharmonia ha celebrado dos décadas de vida con un concierto emocionante y lleno de lirismo, destacando la obra maestra del compositor austriaco Gustav Mahler. La orquesta catalana, junto a la Sinfónica Simón Bolívar, presentó en el Palau de la Música una gira que también la llevará a Madrid y Lleida.
La dirección musical de Tomàs Grau, director artístico y musical de la Franz Schubert Filharmonia, se encargó de conectar con la obra maestra, requerida más de un centenar de instrumentistas y una masa coral eficaz. El enfoque de Grau pasó por extremar adecuadamente los contrastes, consiguiendo un sonido expresivo y emotivo.
La primera parte del concierto arrancó con "Totenfeier", comenzando el "Allegro Maestoso" que mostró tono oscuro y marcial. A continuación, llegó el "Andante moderato" con algunas pequeñas imprecisiones en las entradas. Sin embargo, la obra encontró su punto de inflexión en el tercer movimiento "Urlicht", una pieza del ciclo "Des Knaben Wunderhorn" interpretada por la mezzo Martina Baroni con su voz soberbia.
La voz de Katja Maderer se destacó en algunas partes, especialmente en "Im Tempo des Scherzos", el gran final que mostró un montón rusa de emociones sin sobresaltos. El Coro Nacional de Colombia también se lució en este movimiento, con intervenciones correctas y una excelente proyección.
En resumen, la Franz Schubert Filharmonia ha demostrado ser una orquesta sólida y experimentada, que puede conectar con obras maestras como "Auferstehung" de Mahler. La dirección musical de Tomàs Grau se ha encargado de destacar las virtudes de la orquesta y del coral, creando un concierto emocionante y lleno de lirismo.
La dirección musical de Tomàs Grau, director artístico y musical de la Franz Schubert Filharmonia, se encargó de conectar con la obra maestra, requerida más de un centenar de instrumentistas y una masa coral eficaz. El enfoque de Grau pasó por extremar adecuadamente los contrastes, consiguiendo un sonido expresivo y emotivo.
La primera parte del concierto arrancó con "Totenfeier", comenzando el "Allegro Maestoso" que mostró tono oscuro y marcial. A continuación, llegó el "Andante moderato" con algunas pequeñas imprecisiones en las entradas. Sin embargo, la obra encontró su punto de inflexión en el tercer movimiento "Urlicht", una pieza del ciclo "Des Knaben Wunderhorn" interpretada por la mezzo Martina Baroni con su voz soberbia.
La voz de Katja Maderer se destacó en algunas partes, especialmente en "Im Tempo des Scherzos", el gran final que mostró un montón rusa de emociones sin sobresaltos. El Coro Nacional de Colombia también se lució en este movimiento, con intervenciones correctas y una excelente proyección.
En resumen, la Franz Schubert Filharmonia ha demostrado ser una orquesta sólida y experimentada, que puede conectar con obras maestras como "Auferstehung" de Mahler. La dirección musical de Tomàs Grau se ha encargado de destacar las virtudes de la orquesta y del coral, creando un concierto emocionante y lleno de lirismo.