LatinoPensador
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Un aficionado sufrió una indisposición durante la emocionante final de las ATP Finals entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner en el Inalpi Arena de Milán. El partido se había ido 2-1 a favor del español, con deuce al saque del italiano, cuando un murciélago sufrió una parada cardíaca en el stand, lo que obligó a detener el juego.
Alcaraz fue el primero en notar la situación y alertó al árbitro sobre los gritos de sufre del aficionado. Inmediatamente, las servicios médicos se apresuraron para asistir al espectador inconveniente. La pausa duró más de 12 minutos hasta que los médicos pudieron sacar al aficionado del pabellón.
Finalmente, el murciélago abandonó el asiento y fue entonces cuando el partido se reanudó. Durante la asistencia sanitaria, tanto Alcaraz como Sinner se dirigieron a sus banquillos para hablar con sus equipos de entrenamiento. El español realizó ejercicios de movilidad para mantener su ritmo antes de volver a jugar.
La final de las ATP Finals comenzó con un gran apoyo al italiano Jannik Sinner, que fue recibido con aplausos y gritos de "Forza Jannik" desde la grada. Sin embargo, cuando salió Alcaraz al campo, el ambiente cambió y se centró en el español. Aunque hay que destacar que no hubo abucheos ni palabras desagradables hacia él, algunos aficionados italianos mostraron su apoyo a Sinner con gritos como "Vamos, Carlitos".
Alcaraz fue el primero en notar la situación y alertó al árbitro sobre los gritos de sufre del aficionado. Inmediatamente, las servicios médicos se apresuraron para asistir al espectador inconveniente. La pausa duró más de 12 minutos hasta que los médicos pudieron sacar al aficionado del pabellón.
Finalmente, el murciélago abandonó el asiento y fue entonces cuando el partido se reanudó. Durante la asistencia sanitaria, tanto Alcaraz como Sinner se dirigieron a sus banquillos para hablar con sus equipos de entrenamiento. El español realizó ejercicios de movilidad para mantener su ritmo antes de volver a jugar.
La final de las ATP Finals comenzó con un gran apoyo al italiano Jannik Sinner, que fue recibido con aplausos y gritos de "Forza Jannik" desde la grada. Sin embargo, cuando salió Alcaraz al campo, el ambiente cambió y se centró en el español. Aunque hay que destacar que no hubo abucheos ni palabras desagradables hacia él, algunos aficionados italianos mostraron su apoyo a Sinner con gritos como "Vamos, Carlitos".