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Javier Aureliano García, el expresidente del PP en la Diputación de Almería, que se encuentra detenido por presuntamente haber sido implicado en una investigación sobre corrupción, utilizaba metálico para realizar operaciones inmobiliarias y también para sus viajes de placer.
Según fuentes de la Guardia Civil, el exlíder del PP habría utilizado dinero en efectivo para comprar un inmueble, con el que se nutría una cuenta a nombre de su hermana, María del Rosario. El monto total era de 19.750 euros en cuotas hipotecarias.
Además, García también pagó 20.000 euros adicionales por otra parcela en Rodalquilar a su hermana y a un tercero. Un magistrado afirma que es llamativo porque se desconoce el origen del dinero utilizado para estas transacciones, considerando que era un empleado público.
Los investigadores de la UCO también han rastreado si García retiraba dinero de sus cuentas en metálico, pero sin encontrar nada. El exlíder del PP también se hizo con las participaciones de sus hermanos en una herencia familiar y no se han encontrado movimientos bancarios que justifiquen la compra de otro inmueble.
El juez considera a su hermana posible conocedora y colaboradora del presunto delito de blanqueo de capitales, ya que "se estaría reincorporando al tráfico dinero cuyo origen podría ser ilícito". Otra hermano del expresidente está también imputado en la causa.
Según el informe de la UCO, la familia de García utilizó una serie de operaciones para blanquear el dinero procedente de la corrupción. "Valiéndose de la comunidad de bienes familiar realizarían una serie de operaciones que les permitieran integrar los fondos obtenidos de forma ilícita en el circuito legal del dinero para poder disfrutar de ellos", escribe el juez.
También se descubrió que García utilizaba un garaje propiedad de sus cuatro hermanos por 18.875 euros, pero el monto fue integrado en su "patrimonio personal" y exclusivo.
Además, se han encontrado viajes muy caros a Ibiza y Madrid con el vicepresidente tercero de la Diputación, Óscar Liria, quien está imputado en la causa. Los viajes fueron sufragados en efectivo "en fechas próximas a la presunta actividad delictiva", según consta en las conversaciones intervenidas.
Finalmente, se refiere a la palabra "dentista" utilizada por García y sus colaboradores para referirse a las mordidas de corrupción que habrían recibido como recompensa.
Según fuentes de la Guardia Civil, el exlíder del PP habría utilizado dinero en efectivo para comprar un inmueble, con el que se nutría una cuenta a nombre de su hermana, María del Rosario. El monto total era de 19.750 euros en cuotas hipotecarias.
Además, García también pagó 20.000 euros adicionales por otra parcela en Rodalquilar a su hermana y a un tercero. Un magistrado afirma que es llamativo porque se desconoce el origen del dinero utilizado para estas transacciones, considerando que era un empleado público.
Los investigadores de la UCO también han rastreado si García retiraba dinero de sus cuentas en metálico, pero sin encontrar nada. El exlíder del PP también se hizo con las participaciones de sus hermanos en una herencia familiar y no se han encontrado movimientos bancarios que justifiquen la compra de otro inmueble.
El juez considera a su hermana posible conocedora y colaboradora del presunto delito de blanqueo de capitales, ya que "se estaría reincorporando al tráfico dinero cuyo origen podría ser ilícito". Otra hermano del expresidente está también imputado en la causa.
Según el informe de la UCO, la familia de García utilizó una serie de operaciones para blanquear el dinero procedente de la corrupción. "Valiéndose de la comunidad de bienes familiar realizarían una serie de operaciones que les permitieran integrar los fondos obtenidos de forma ilícita en el circuito legal del dinero para poder disfrutar de ellos", escribe el juez.
También se descubrió que García utilizaba un garaje propiedad de sus cuatro hermanos por 18.875 euros, pero el monto fue integrado en su "patrimonio personal" y exclusivo.
Además, se han encontrado viajes muy caros a Ibiza y Madrid con el vicepresidente tercero de la Diputación, Óscar Liria, quien está imputado en la causa. Los viajes fueron sufragados en efectivo "en fechas próximas a la presunta actividad delictiva", según consta en las conversaciones intervenidas.
Finalmente, se refiere a la palabra "dentista" utilizada por García y sus colaboradores para referirse a las mordidas de corrupción que habrían recibido como recompensa.