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El colegio privado Irlandesas de Loreto en Sevilla ha anunciado un plan para abordar las situaciones de vulnerabilidad en sus centros educativos, tras las críticas por no haber activado el protocolo de acoso cuando la familia de Sandra, una niña de 14 años que se quitó la vida el pasado mes de octubre, fue víctima de bullying. La decisión del colegio ha sido objeto de controversia, ya que no activó los protocolos de acoso y autolíticos establecidos por la normativa.
El plan del colegio busca "compartir" sus conclusiones con las instituciones y el resto de la comunidad educativa con el fin de que sirva como modelo para otros centros. El plan incluye un análisis de su entorno educativo, la solicitud de apoyo externo especializado en psicología y servicios sociales, y la creación de un "plan de acción" para abordar las situaciones de vulnerabilidad.
Sin embargo, la familia de Sandra ha desacreditado el plan del colegio, afirmando que está diseñado para "minimizar" la responsabilidad de la dirección del centro en el suicidio de su hija. La familia ha denunciado que el colegio no activó los protocolos de acoso y autolíticos, lo que puso en riesgo la seguridad de Sandra.
La Fiscalía de Menores está investigando las amenazas a las tres menores que hostigaban a Sandra y la difusión de imágenes en redes sociales que han pedido desaparecer. La Inspección Educativa también ha iniciado una investigación sobre el caso, tras constatar que no se activaron los protocolos de acoso y autolíticos.
El ministerio fiscal analiza un informe que le traspasó la Inspección Educativa en el que se recoge información recabada a partir de las actas redactadas por el colegio de las reuniones y tutorías mantenidas con la familia de Sandra. Allí se recoge la versión del colegio sobre los pasos que dio tras conocer que su hija había sido hostigada en redes sociales.
El comunicado del colegio ha sido criticado por no aludir a la "vulnerabilidad" de las situaciones en las que Sandra fue víctima de bullying. Aunque el colegio separó a las niñas de clase y designó a dos profesores de referencia, no puso en marcha la comisión de convivencia, ni habló con las supuestas acosadoras ni activó el protocolo en la plataforma Séneca.
El nuevo comunicado del colegio ha sido el tercer uno emitido desde que Sandra se quitara la vida. Los primeros dos comunicados pedían respeto al alumnado por las pintadas en los muros del centro con mensajes que acusaban a todos los alumnos y profesores de cómplices, así como señalaban directamente con sus nombres a las supuestas acosadoras de Sandra, junto al calificativo de asesinas.
El plan del colegio busca "compartir" sus conclusiones con las instituciones y el resto de la comunidad educativa con el fin de que sirva como modelo para otros centros. El plan incluye un análisis de su entorno educativo, la solicitud de apoyo externo especializado en psicología y servicios sociales, y la creación de un "plan de acción" para abordar las situaciones de vulnerabilidad.
Sin embargo, la familia de Sandra ha desacreditado el plan del colegio, afirmando que está diseñado para "minimizar" la responsabilidad de la dirección del centro en el suicidio de su hija. La familia ha denunciado que el colegio no activó los protocolos de acoso y autolíticos, lo que puso en riesgo la seguridad de Sandra.
La Fiscalía de Menores está investigando las amenazas a las tres menores que hostigaban a Sandra y la difusión de imágenes en redes sociales que han pedido desaparecer. La Inspección Educativa también ha iniciado una investigación sobre el caso, tras constatar que no se activaron los protocolos de acoso y autolíticos.
El ministerio fiscal analiza un informe que le traspasó la Inspección Educativa en el que se recoge información recabada a partir de las actas redactadas por el colegio de las reuniones y tutorías mantenidas con la familia de Sandra. Allí se recoge la versión del colegio sobre los pasos que dio tras conocer que su hija había sido hostigada en redes sociales.
El comunicado del colegio ha sido criticado por no aludir a la "vulnerabilidad" de las situaciones en las que Sandra fue víctima de bullying. Aunque el colegio separó a las niñas de clase y designó a dos profesores de referencia, no puso en marcha la comisión de convivencia, ni habló con las supuestas acosadoras ni activó el protocolo en la plataforma Séneca.
El nuevo comunicado del colegio ha sido el tercer uno emitido desde que Sandra se quitara la vida. Los primeros dos comunicados pedían respeto al alumnado por las pintadas en los muros del centro con mensajes que acusaban a todos los alumnos y profesores de cómplices, así como señalaban directamente con sus nombres a las supuestas acosadoras de Sandra, junto al calificativo de asesinas.