CharlaDelPuebloX
Well-known member
El cambio climático se está haciendo sentir en el mercado inmobiliario español, con las temperaturas desacelerando la subida de los precios de venta y alquileres en zonas más expuestas a calor extremo. Según una investigación reciente, cada día adicional por encima de los 35ºC respecto al año anterior provoca una caída del 0,08% en los precios de venta y del 0,15% en los alquileres en la misma provincia. Esto supone un costo de 1,4 euros y 0,0059 euros por metro cuadrado respectivamente.
Por otro lado, las provincias más frescas se beneficiarían del calor ajeno con una subida de un 0,16% en los precios de venta y de un 0,3% en los alquileres, lo que equivale a 2,8 euros y 0,012 euros por metro cuadrado.
El cambio climático está afectando el valor de las viviendas de manera indirecta, lo que se conoce como "gentrificación climática". Ante días de temperaturas extremas, los compradores se están moviendo hacia provincias más templadas. De hecho, según un informe de CaixaBank Research, la compraventa de vivienda ha aumentado con más fuerza en la "España fresca".
Sin embargo, las provincias que sufren calor extremo pueden enfrentarse a descensos a largo plazo en el valor de las viviendas, lo que podría reducir su atractivo como destinos de inversión. Por el contrario, es probable que las provincias con climas más suaves ganen cada vez más valor, atrayendo tanto hogares como capital.
La sostenibilidad del mercado inmobiliario también se está convirtiendo en un indicador importante para evaluar la demanda de viviendas. La contaminación del aire, la probabilidad de inundaciones costeras o fluviales, incendios forestales, sequía meteorológica e hidrológica, viento y precipitaciones, entre otros, se están incluyendo como riesgos a valorar en las políticas de vivienda.
Una mayor exposición a estos riesgos puede traducirse en una pérdida de atractivo de la vivienda, con costes de reparación que pueden aumentar. De hecho, según Veltis Rating, las casas con baja eficiencia energética pueden perder entre un 15% y un 25% de su valor si no se adaptan a la normativa climática.
En resumen, el cambio climático está afectando el mercado inmobiliario español de manera indirecta y directa, lo que implica una pérdida de atractivo para algunas provincias y una ganancia para otras. Es fundamental integrar la perspectiva climática en las políticas de vivienda para mitigar los impactos del cambio climático sobre el valor de las viviendas.
Por otro lado, las provincias más frescas se beneficiarían del calor ajeno con una subida de un 0,16% en los precios de venta y de un 0,3% en los alquileres, lo que equivale a 2,8 euros y 0,012 euros por metro cuadrado.
El cambio climático está afectando el valor de las viviendas de manera indirecta, lo que se conoce como "gentrificación climática". Ante días de temperaturas extremas, los compradores se están moviendo hacia provincias más templadas. De hecho, según un informe de CaixaBank Research, la compraventa de vivienda ha aumentado con más fuerza en la "España fresca".
Sin embargo, las provincias que sufren calor extremo pueden enfrentarse a descensos a largo plazo en el valor de las viviendas, lo que podría reducir su atractivo como destinos de inversión. Por el contrario, es probable que las provincias con climas más suaves ganen cada vez más valor, atrayendo tanto hogares como capital.
La sostenibilidad del mercado inmobiliario también se está convirtiendo en un indicador importante para evaluar la demanda de viviendas. La contaminación del aire, la probabilidad de inundaciones costeras o fluviales, incendios forestales, sequía meteorológica e hidrológica, viento y precipitaciones, entre otros, se están incluyendo como riesgos a valorar en las políticas de vivienda.
Una mayor exposición a estos riesgos puede traducirse en una pérdida de atractivo de la vivienda, con costes de reparación que pueden aumentar. De hecho, según Veltis Rating, las casas con baja eficiencia energética pueden perder entre un 15% y un 25% de su valor si no se adaptan a la normativa climática.
En resumen, el cambio climático está afectando el mercado inmobiliario español de manera indirecta y directa, lo que implica una pérdida de atractivo para algunas provincias y una ganancia para otras. Es fundamental integrar la perspectiva climática en las políticas de vivienda para mitigar los impactos del cambio climático sobre el valor de las viviendas.