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En la tranquila ciudad de Norwich, en el este de Inglaterra, se ha producido un caso sin precedentes que ha dejado a la policía local con las manos vacías y al restaurante Cheers Norwich con una cuenta abultada. Cuatro mujeres, acompañadas de varios niños pequeños, se comieron una comida opulenta que valoraba 312 libras (unos 350 euros) en un plazo de solo unas horas.
El incidente ocurrió el pasado 5 de octubre a las seis de la tarde en este establecimiento popular situado en Surrey Street. Según las cámaras de seguridad, las cuatro mujeres se levantaron con calma, recogieron sus cosas y abandonaron el local junto a los menores, dejando tras de sí una cuenta abultada que ha llegado a ser objeto de frustración y decepción para la dueña del restaurante.
Andrea Marinho, la propietaria del Cheers Norwich, explicó que las comensales habían pedido varios cortes de carne de primera calidad, además de cócteles y postres. Sin embargo, lo que más le ha sorprendido a ella es que se fueron sin pagar, dejando al restaurante con una cuenta abultada. "Necesitan rendir cuentas porque esto no puede seguir pasando", declaró a The Sun.
El restaurante Cheers Norwich, conocido por su lema "un concepto diferente de cocina", presume de ofrecer comida de calidad y servicio excelente, pero parece que algunos clientes no están dispuestos a pagar por ese servicio. La dueña del restaurante lamenta que esta práctica se esté convirtiendo en un problema creciente para la hostelería británica.
La policía local ha publicado las imágenes de las cuatro mujeres captadas por las cámaras de seguridad y ha pedido la colaboración ciudadana para identificarlas. En un comunicado, la policía explicó que se trata de un delito de hurto, no de impago civil, ya que las sospechosas se marcharon con intención de no abonar la cuenta.
Esta práctica conocida como "dine and dash" o "comer y salir corriendo" sin pagar se ha convertido en un problema creciente para la hostelería británica, especialmente tras la pandemia. En los últimos años, diversos restaurantes han denunciado incidentes similares, lo que ha llevado a algunos locales a exigir el pago por adelantado o a registrar a los clientes antes de servirles.
El caso del Cheers Norwich ha dejado a muchos sorprendidos y frustrados, especialmente después de saber que las comensales se llevaron consigo a varios niños pequeños. ¿Cómo pueden estas mujeres justificar su comportamiento? La respuesta es simple: no lo pueden.
El incidente ocurrió el pasado 5 de octubre a las seis de la tarde en este establecimiento popular situado en Surrey Street. Según las cámaras de seguridad, las cuatro mujeres se levantaron con calma, recogieron sus cosas y abandonaron el local junto a los menores, dejando tras de sí una cuenta abultada que ha llegado a ser objeto de frustración y decepción para la dueña del restaurante.
Andrea Marinho, la propietaria del Cheers Norwich, explicó que las comensales habían pedido varios cortes de carne de primera calidad, además de cócteles y postres. Sin embargo, lo que más le ha sorprendido a ella es que se fueron sin pagar, dejando al restaurante con una cuenta abultada. "Necesitan rendir cuentas porque esto no puede seguir pasando", declaró a The Sun.
El restaurante Cheers Norwich, conocido por su lema "un concepto diferente de cocina", presume de ofrecer comida de calidad y servicio excelente, pero parece que algunos clientes no están dispuestos a pagar por ese servicio. La dueña del restaurante lamenta que esta práctica se esté convirtiendo en un problema creciente para la hostelería británica.
La policía local ha publicado las imágenes de las cuatro mujeres captadas por las cámaras de seguridad y ha pedido la colaboración ciudadana para identificarlas. En un comunicado, la policía explicó que se trata de un delito de hurto, no de impago civil, ya que las sospechosas se marcharon con intención de no abonar la cuenta.
Esta práctica conocida como "dine and dash" o "comer y salir corriendo" sin pagar se ha convertido en un problema creciente para la hostelería británica, especialmente tras la pandemia. En los últimos años, diversos restaurantes han denunciado incidentes similares, lo que ha llevado a algunos locales a exigir el pago por adelantado o a registrar a los clientes antes de servirles.
El caso del Cheers Norwich ha dejado a muchos sorprendidos y frustrados, especialmente después de saber que las comensales se llevaron consigo a varios niños pequeños. ¿Cómo pueden estas mujeres justificar su comportamiento? La respuesta es simple: no lo pueden.