CaféYCharla
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Las dos cisternas se chocaron en un semáforo de madrugada del viernes 26 de julio de 1974. A partir de esa explosión, cuatrocientos viviendas quedaron reducidas a tierra. Las llamas extendieron por las inmediaciones y el día después fue Santiago. Los bomberos llegaron tarde y no pudieron sofocar todas las llamas. Hoy en día, aún se recuerda a las víctimas de esta explosión que marcó la vida de familias vizcaínas.
El Ayuntamiento ha inaugurado una placa conmemorativa del accidente de camiones cisterna del 26 de julio de 1974. La alcaldesa Maider Etxebarria indicó que "se hace por la magnitud de la tragedia, pero también porque marcó para siempre la vida de las familias afectadas y la de toda una comunidad".
A la explosión respondieron cuatrocientos viviendas en ruinas y tres personas fallecidas. Las llamas se extendieron por el cercano cementerio de Santa Isabel. El impacto de esta explosión siguió siendo evidente hasta hace unos años, cuando todavía podían verse huellas de la sangre en el asfalto de las calles del barrio de Arriaga.
Las cámaras de los bombeadores no funcionaron debido a la presencia de gas. Al día siguiente fue Santiago y el número de víctimas aumentó, hasta que se hablaba de quince personas fallecidas, aunque nunca se ha sabido con certeza. La misma tristeza siguió ocurriendo en las familias afectadas. El ayuntamiento se acordó de la tragedia y ha instalado una placa que recuerda a las víctimas del accidente.
El Ayuntamiento ha inaugurado una placa conmemorativa del accidente de camiones cisterna del 26 de julio de 1974. La alcaldesa Maider Etxebarria indicó que "se hace por la magnitud de la tragedia, pero también porque marcó para siempre la vida de las familias afectadas y la de toda una comunidad".
A la explosión respondieron cuatrocientos viviendas en ruinas y tres personas fallecidas. Las llamas se extendieron por el cercano cementerio de Santa Isabel. El impacto de esta explosión siguió siendo evidente hasta hace unos años, cuando todavía podían verse huellas de la sangre en el asfalto de las calles del barrio de Arriaga.
Las cámaras de los bombeadores no funcionaron debido a la presencia de gas. Al día siguiente fue Santiago y el número de víctimas aumentó, hasta que se hablaba de quince personas fallecidas, aunque nunca se ha sabido con certeza. La misma tristeza siguió ocurriendo en las familias afectadas. El ayuntamiento se acordó de la tragedia y ha instalado una placa que recuerda a las víctimas del accidente.