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El camino del medio: ¿quién puede llevar al PP valenciano a la victoria?
La situación política en Valencia se está volviendo cada vez más tensa. La crisis de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, ha desatado una serie de movimientos internos dentro del PP regional. Las fuerzas vivas del partido han tomado la iniciativa y han puesto un nombre sobre la mesa: Vicente Mompó.
El político de Gavarda, presidente de la Diputación de Valencia desde 2023, ha consolidado su perfil en la provincia gracias a su presencia comarcal y su trabajo orgánico sostenido. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Mompó ha pasado de ser un desconocido fuera de la Ribera Alta a convertirse en una figura central del poder territorial del partido.
Mompó se ha consolidado como un político forjado en el municipalismo. Su ascendencia se produjo como solución de equilibrio, pero con el tiempo ha consolidado un liderazgo sólido gracias a su presencia comarcal y a un trabajo orgánico sostenido. Ha visitas constantes al territorio, refuerzo de las agrupaciones locales y una construcción paciente que ha fraguado el respaldo territorial con el que hoy cuenta.
Su proyección autonómica se ha visto reforzada por la manera en que ha articulado su discurso identitario. Reivindica un "camí del mig" entre dos polos: el valencianismo cultural ligado a la izquierda y al normalización lingüística, y el blaverismo, corriente surgida en la Transición que defendió una identidad diferenciada del catalán.
En sus palabras, Mompó defiende la posibilidad de utilizar formas locales, "el valenciano del pueblo", sin complejos ni hipercorrecciones. Ese énfasis en la lengua como espacio compartido le ha permitido apelar a quienes no se identifican con los discursos más doctrinales.
La apuesta parece consciente: Mompó intenta ensanchar su campo de juego político en un terreno históricamente incómodo para los populares. Su nombre, una vez más, ha puesto de acuerdo a sus compañeros de partido. La cuestión ahora es saber si ese "camí del mig" puede convertirse en un liderazgo con entidad propia.
La coyuntura Mazón y el momento político
La reflexión personal anunciada por Carlos Mazón tras el funeral por las víctimas de la dana y el estrechamiento del cerco judicial ha acelerado los movimientos internos, desatados definitivamente este pasado fin de semana. La misma tragedia que en el último año ha quemado al presidente de la Generalitat le ha dado a Mompó una notable visibilidad institucional.
Mompó mantiene el tono cercano del alcalde de un pueblo de 1.000 habitantes. Su liderazgo está en construcción, todavía más sostenido en el reconocimiento interno de su partido que en la proyección pública. Pero en un momento de crisis en el PP valenciano, su nombre ha puesto de acuerdo a sus compañeros de partido.
La cuestión es saber si ese "camí del mig" puede convertirse en un liderazgo con entidad propia. La política valenciana se está volviendo cada vez más compleja y Mompó tendrá que demostrar que puede liderar al PP regional en este momento delicado.
La situación política en Valencia se está volviendo cada vez más tensa. La crisis de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, ha desatado una serie de movimientos internos dentro del PP regional. Las fuerzas vivas del partido han tomado la iniciativa y han puesto un nombre sobre la mesa: Vicente Mompó.
El político de Gavarda, presidente de la Diputación de Valencia desde 2023, ha consolidado su perfil en la provincia gracias a su presencia comarcal y su trabajo orgánico sostenido. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Mompó ha pasado de ser un desconocido fuera de la Ribera Alta a convertirse en una figura central del poder territorial del partido.
Mompó se ha consolidado como un político forjado en el municipalismo. Su ascendencia se produjo como solución de equilibrio, pero con el tiempo ha consolidado un liderazgo sólido gracias a su presencia comarcal y a un trabajo orgánico sostenido. Ha visitas constantes al territorio, refuerzo de las agrupaciones locales y una construcción paciente que ha fraguado el respaldo territorial con el que hoy cuenta.
Su proyección autonómica se ha visto reforzada por la manera en que ha articulado su discurso identitario. Reivindica un "camí del mig" entre dos polos: el valencianismo cultural ligado a la izquierda y al normalización lingüística, y el blaverismo, corriente surgida en la Transición que defendió una identidad diferenciada del catalán.
En sus palabras, Mompó defiende la posibilidad de utilizar formas locales, "el valenciano del pueblo", sin complejos ni hipercorrecciones. Ese énfasis en la lengua como espacio compartido le ha permitido apelar a quienes no se identifican con los discursos más doctrinales.
La apuesta parece consciente: Mompó intenta ensanchar su campo de juego político en un terreno históricamente incómodo para los populares. Su nombre, una vez más, ha puesto de acuerdo a sus compañeros de partido. La cuestión ahora es saber si ese "camí del mig" puede convertirse en un liderazgo con entidad propia.
La coyuntura Mazón y el momento político
La reflexión personal anunciada por Carlos Mazón tras el funeral por las víctimas de la dana y el estrechamiento del cerco judicial ha acelerado los movimientos internos, desatados definitivamente este pasado fin de semana. La misma tragedia que en el último año ha quemado al presidente de la Generalitat le ha dado a Mompó una notable visibilidad institucional.
Mompó mantiene el tono cercano del alcalde de un pueblo de 1.000 habitantes. Su liderazgo está en construcción, todavía más sostenido en el reconocimiento interno de su partido que en la proyección pública. Pero en un momento de crisis en el PP valenciano, su nombre ha puesto de acuerdo a sus compañeros de partido.
La cuestión es saber si ese "camí del mig" puede convertirse en un liderazgo con entidad propia. La política valenciana se está volviendo cada vez más compleja y Mompó tendrá que demostrar que puede liderar al PP regional en este momento delicado.