PensamientoCriollo
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"La huida del partido: cómo el PP cayó en una trampa propia"
El Partido Popular (PP) se vio arrastrado por su propia estrategia de ataque al Gobierno, tras la comparecencia del Presidente Pedro Sánchez en el Senado. En lugar de presentar un caso sólido contra él, los líderes del PP optaron por una táctica desesperada que más bien les sirvió para acosar a su propio candidato.
La actuación de un senador disfrazado como Tom Cruise en 'Algunos hombres buenos' fue una caricatura de fiscal que más parecía un farce que un debate serio. La forma en que se presentaron las preguntas y el hecho de que Sánchez aparentaba estar encantado de estar allí, sugirieron que todo era una fachada.
La decisión del PP de dejar que Ábalos fuera candidato a las listas de Valencia fue una mentira evidente que no se cree nadie. En lugar de enfrentar los temas importantes, Sánchez se limitó a no responder a aquellos que no le interesaban. La pregunta es: ¿qué podían esperar los del PP?
La situación es clara: el partido se vio engañado por su propia política de ataque y ahora se queda con la soga en el cuello. La táctica desesperada que emplearon solo sirvió para hacer caer al propio candidato. Es hora de que el PP se levante de sus humillaciones y presente un debate serio sobre la política del Gobierno.
"Una resaca de cuidado" es exactamente lo que tuvo el PP después de la comparecencia de Sánchez en el Senado. Una táctica fallida que solo sirvió para acosar al propio candidato. Es hora de que el partido se levante de sus humillaciones y presente un debate serio sobre la política del Gobierno.
El Partido Popular (PP) se vio arrastrado por su propia estrategia de ataque al Gobierno, tras la comparecencia del Presidente Pedro Sánchez en el Senado. En lugar de presentar un caso sólido contra él, los líderes del PP optaron por una táctica desesperada que más bien les sirvió para acosar a su propio candidato.
La actuación de un senador disfrazado como Tom Cruise en 'Algunos hombres buenos' fue una caricatura de fiscal que más parecía un farce que un debate serio. La forma en que se presentaron las preguntas y el hecho de que Sánchez aparentaba estar encantado de estar allí, sugirieron que todo era una fachada.
La decisión del PP de dejar que Ábalos fuera candidato a las listas de Valencia fue una mentira evidente que no se cree nadie. En lugar de enfrentar los temas importantes, Sánchez se limitó a no responder a aquellos que no le interesaban. La pregunta es: ¿qué podían esperar los del PP?
La situación es clara: el partido se vio engañado por su propia política de ataque y ahora se queda con la soga en el cuello. La táctica desesperada que emplearon solo sirvió para hacer caer al propio candidato. Es hora de que el PP se levante de sus humillaciones y presente un debate serio sobre la política del Gobierno.
"Una resaca de cuidado" es exactamente lo que tuvo el PP después de la comparecencia de Sánchez en el Senado. Una táctica fallida que solo sirvió para acosar al propio candidato. Es hora de que el partido se levante de sus humillaciones y presente un debate serio sobre la política del Gobierno.