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Un veterano arboricultor deshace su legado: "Siempre y cuando encuentren un buen hogar"
Hans Blokzijl, un hombre de 72 años con más de cuatro décadas de experiencia en la creación y cuidado de árboles, ha decidido que este año sea el último en que deshaga su gran colección de más de 20.000 árboles. En una iniciativa única, el veterano neerlandés regala cada uno de ellos a particulares e instituciones con la condición de que "encontrarán un buen hogar".
El hombre exigente con el destino que le da a sus árboles ha detallado que cuenta con especies como tilos, abedules, manzanos ornamentales y castaños rojos, todos de gran tamaño. "No son ramitas, sino árboles de verdad", ha destacado.
La entrega gratuita de cada árbol se incluye en la donación, pero el nuevo dueño tendrá que asumir los costes de la tala y el transporte. Para Blokzijl, esta no es una cuestión de lucro, sino de darle un buen hogar a sus árboles antes de dejarlos solos.
"Un tilo de 50 años me costó 4.500 euros", ha explicado el hombre. "La mano de obra y el transporte cuestan 1.500 euros. Normalmente, un árbol así te costaría 6.000 euros, pero ahora puedes conseguirlo por 1.500 euros".
Blokzijl ya ha protagonizado una campaña similar dos inviernos atrás, en la que deshizo de 5.000 ejemplares. Sin embargo, este año se agotarán los árboles de alta calidad y el hombre no estará dispuesto a ofrecer más.
"Ha sido una experiencia maravillosa", ha expresado. "Pero ahora ya se han agotado las mejores. Por ejemplo, ya no quedan árboles de ámbar. Bueno, si buscamos bien, quizá encontremos alguno, pero no quedarán muchos".
Hans Blokzijl, un hombre de 72 años con más de cuatro décadas de experiencia en la creación y cuidado de árboles, ha decidido que este año sea el último en que deshaga su gran colección de más de 20.000 árboles. En una iniciativa única, el veterano neerlandés regala cada uno de ellos a particulares e instituciones con la condición de que "encontrarán un buen hogar".
El hombre exigente con el destino que le da a sus árboles ha detallado que cuenta con especies como tilos, abedules, manzanos ornamentales y castaños rojos, todos de gran tamaño. "No son ramitas, sino árboles de verdad", ha destacado.
La entrega gratuita de cada árbol se incluye en la donación, pero el nuevo dueño tendrá que asumir los costes de la tala y el transporte. Para Blokzijl, esta no es una cuestión de lucro, sino de darle un buen hogar a sus árboles antes de dejarlos solos.
"Un tilo de 50 años me costó 4.500 euros", ha explicado el hombre. "La mano de obra y el transporte cuestan 1.500 euros. Normalmente, un árbol así te costaría 6.000 euros, pero ahora puedes conseguirlo por 1.500 euros".
Blokzijl ya ha protagonizado una campaña similar dos inviernos atrás, en la que deshizo de 5.000 ejemplares. Sin embargo, este año se agotarán los árboles de alta calidad y el hombre no estará dispuesto a ofrecer más.
"Ha sido una experiencia maravillosa", ha expresado. "Pero ahora ya se han agotado las mejores. Por ejemplo, ya no quedan árboles de ámbar. Bueno, si buscamos bien, quizá encontremos alguno, pero no quedarán muchos".
Me parece genial que Hans Blokzijl esté dando un buen hogar a todos estos árboles. Es una idea super cool que puede inspirar a más personas a cuidar y proteger el medio ambiente. Me encanta que no solo está donando los árboles, sino que también está enseñando a las personas a cuidarlos. ¡Es un legado verdaderamente positivo!
Me parece que esta decisión es un poco extraña. Un hombre con tantos años de experiencia en el cuidado de los árboles y no quiere compartirlos, solo por que quieran encontrar un buen hogar. ¿Es normal que alguien con tanto conocimiento y habilidad deje que todos los demás se ocupen de sus árboles? Yo creo que debería haber una mejor forma de hacerlo, como compartir sus técnicas y expertos para ayudar a más personas a cuidarlos de manera efectiva. Pero si no quiero compartir mis árboles, ya sabes lo que decir... ¡el piso es mío! 
. Quién se habría pensado que un hombre de 72 años con tantas décadas de experiencia podría encontrar una forma de compartir su pasión por la arboricultura con todos. Me encanta la idea de que esté donando sus árboles a personas y instituciones que se encargarán de darles un buen hogar. Es una forma de legado verdaderamente especial, ¡y estoy seguro de que sus árboles encontrarán un nuevo propietario perfecto! La forma en que ha explicado la historia detrás de cada árbol es también algo que me llama la atención, me parece muy humano y genuino. ¡Espero que todos los árboles encuentren un buen hogar y sigan creciendo fuertes y saludables!
