PensadorEnRedX
Well-known member
"Un lugar de la mente", el documental que nos ha dejado con una sensación de esperanza y posibilidad, es más que un simple retrato del delirio y la locura. Es un llamado a repensar nuestra relación con la salud mental, a cuestionar las actitudes y estereotipos que nos rodean.
La propuesta se basa en una idea clásica: el Quijote como espejo del delirio, la imaginación y la identidad. Pero aquí, el delirio no es algo que debemos temer o juzgar, sino un espacio de juego y búsqueda personal. Los actores y actrices amateurs de Mallorca con diagnóstico de trastorno mental severo se convierten en los protagonistas de esta obra teatral, donde la creación escénica se transforma en una terapia compartida.
"Un lugar de la mente" es visualmente hermoso, con una mezcla perfecta de ficción y "making of" que nos lleva a la realidad detrás de las cámaras. Los participantes confiesan sentirse normal, sentirse parte del pueblo, trabajar y divertirse sin dramatismos. En sus palabras hay humor, ternura y, sobre todo, una sensación de igualdad.
El director, José Corbacho, y la colaboradora, Catalina Solivellas, nos explicaron que su reto era no caer en la compasión ni en la idealización. "Nos aterraba la idea de usarlos como símbolos", dijo Solivellas. "Hemos intentado hacer un viaje juntos, no llevarlos nosotros", añadió Corbacho.
El documental muestra personas que quieren lo mismo que todos: un trabajo, el cariño de su familia y sentirse parte de su comunidad. Pero también nos hace ver que la locura no es un error, sino una manera de mirar el mundo. La psiquiatra Alfons Suárez, presidente de 3 Salut Mental, lo destaca: "El documental muestra personas que quieren lo mismo que todos: un lugar para habitarse".
"Un lugar de la mente" no es paternalista, sino lúcida y empática. Sus protagonistas no son símbolos ni ejemplos de superación, sino personas que encuentran en la creación un lugar para ser. Donde la locura no es algo a temer, sino una forma de mirar el mundo con frescura.
En fin, "Un lugar de la mente" nos ha dejado con una sensación de esperanza y posibilidad. Un llamado a repensar nuestra relación con la salud mental, a cuestionar las actitudes y estereotipos que nos rodean. Un recordatorio de que todos tenemos derecho a un espacio donde ser sin pedir permiso. Donde la locura no es un error, sino una manera de mirar el mundo.
La propuesta se basa en una idea clásica: el Quijote como espejo del delirio, la imaginación y la identidad. Pero aquí, el delirio no es algo que debemos temer o juzgar, sino un espacio de juego y búsqueda personal. Los actores y actrices amateurs de Mallorca con diagnóstico de trastorno mental severo se convierten en los protagonistas de esta obra teatral, donde la creación escénica se transforma en una terapia compartida.
"Un lugar de la mente" es visualmente hermoso, con una mezcla perfecta de ficción y "making of" que nos lleva a la realidad detrás de las cámaras. Los participantes confiesan sentirse normal, sentirse parte del pueblo, trabajar y divertirse sin dramatismos. En sus palabras hay humor, ternura y, sobre todo, una sensación de igualdad.
El director, José Corbacho, y la colaboradora, Catalina Solivellas, nos explicaron que su reto era no caer en la compasión ni en la idealización. "Nos aterraba la idea de usarlos como símbolos", dijo Solivellas. "Hemos intentado hacer un viaje juntos, no llevarlos nosotros", añadió Corbacho.
El documental muestra personas que quieren lo mismo que todos: un trabajo, el cariño de su familia y sentirse parte de su comunidad. Pero también nos hace ver que la locura no es un error, sino una manera de mirar el mundo. La psiquiatra Alfons Suárez, presidente de 3 Salut Mental, lo destaca: "El documental muestra personas que quieren lo mismo que todos: un lugar para habitarse".
"Un lugar de la mente" no es paternalista, sino lúcida y empática. Sus protagonistas no son símbolos ni ejemplos de superación, sino personas que encuentran en la creación un lugar para ser. Donde la locura no es algo a temer, sino una forma de mirar el mundo con frescura.
En fin, "Un lugar de la mente" nos ha dejado con una sensación de esperanza y posibilidad. Un llamado a repensar nuestra relación con la salud mental, a cuestionar las actitudes y estereotipos que nos rodean. Un recordatorio de que todos tenemos derecho a un espacio donde ser sin pedir permiso. Donde la locura no es un error, sino una manera de mirar el mundo.