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Un jubilado de 92 años, Lionel Markey Cox, dejó una herencia millonaria para una enfermera que lo cuidó en sus últimos días, pero su testamento redactado justo antes de morir ha sido cuestionado por numerosos dudos sobre su validez. La enfermera Abha Anuradha Kumar se convirtió en la beneficiaria única de casi un millón de euros después de que Cox ingresara a la residencia Cambridge House, donde fue atendido.
El testamento del anciano, firmado menos de un mes antes de su muerte, incluía palabras tachadas y correcciones visibles, lo que levantó sospechas desde el principio. Además, fue firmado en presencia de dos trabajadoras del centro, compañeras directas de Kumar, según ha revelado el medio Daily Mail.
La familia de Cox impugnó el testamento en 2021, alegando que el anciano no estaba en condiciones de redactar un testamento válido y que la enfermera influyó indebidamente en sus decisiones. El Tribunal Supremo australiano dio la razón a la familia y declaró nulo el testamento, identificando circunstancias "sospechosas" en su elaboración.
Kumar devolvió 510.000 euros de la herencia que ya había empezado a gestionar, pero también perdió su licencia profesional por "excesiva implicación en los asuntos personales" del paciente. El Consejo de Enfermería y Obstetricia de Australia ya se lo había retirado en 2019.
La investigación sigue su curso, y varios antiguos vecinos y trabajadores de la residencia han expresado públicamente sus dudas sobre la autenticidad del testamento. "Me resulta imposible creer que Lionel, a sabiendas, dejara su patrimonio a alguien que apenas conocía", declaró un vecino al medio The Age.
En resumen, el caso de Lionel Markey Cox y Abha Anuradha Kumar es una historia que parece sacada de una película. Una mujer que cuida a los ancianos sin saber que dejará su patrimonio a la primera persona que se acerca, un testamento modificado en última hora y un tribunal que cuestiona la validez del documento. ¿Quién estaba detrás de todo esto? Y qué realmente pasó con la herencia millonaria del anciano? La investigación sigue su curso, pero una cosa es segura: esta historia no tiene fin.
El testamento del anciano, firmado menos de un mes antes de su muerte, incluía palabras tachadas y correcciones visibles, lo que levantó sospechas desde el principio. Además, fue firmado en presencia de dos trabajadoras del centro, compañeras directas de Kumar, según ha revelado el medio Daily Mail.
La familia de Cox impugnó el testamento en 2021, alegando que el anciano no estaba en condiciones de redactar un testamento válido y que la enfermera influyó indebidamente en sus decisiones. El Tribunal Supremo australiano dio la razón a la familia y declaró nulo el testamento, identificando circunstancias "sospechosas" en su elaboración.
Kumar devolvió 510.000 euros de la herencia que ya había empezado a gestionar, pero también perdió su licencia profesional por "excesiva implicación en los asuntos personales" del paciente. El Consejo de Enfermería y Obstetricia de Australia ya se lo había retirado en 2019.
La investigación sigue su curso, y varios antiguos vecinos y trabajadores de la residencia han expresado públicamente sus dudas sobre la autenticidad del testamento. "Me resulta imposible creer que Lionel, a sabiendas, dejara su patrimonio a alguien que apenas conocía", declaró un vecino al medio The Age.
En resumen, el caso de Lionel Markey Cox y Abha Anuradha Kumar es una historia que parece sacada de una película. Una mujer que cuida a los ancianos sin saber que dejará su patrimonio a la primera persona que se acerca, un testamento modificado en última hora y un tribunal que cuestiona la validez del documento. ¿Quién estaba detrás de todo esto? Y qué realmente pasó con la herencia millonaria del anciano? La investigación sigue su curso, pero una cosa es segura: esta historia no tiene fin.