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En Ávila, la Guardia Civil llevó a cabo una operación que desmanteló un falso refugio en Burgohondo donde se escondían 472 animales exóticos protegidos. Los ejemplares incautados incluían tortugas leopardo, mediterráneas y africanas, iguanas, gecos, tarántulas y varanos del Nilo, todos sin la documentación necesaria para su cuidado.
Según fuentes oficiales, las investigaciones comenzaron en junio de 2023 tras alertas del Seprona que detectó irregularidades a través de redes sociales. Los agentes descubrieron que la supuesta ONG que gestionaba el refugio obtenía donaciones y ofrecía cursos y voluntariados sin registrar a los trabajadores, sin licencias ni autorizaciones municipales.
Los animales allí detenidos estaban en condiciones aceptables, pero alrededor de 200 habían fallecido previamente tras ser aprehendidos o donados desde provincias como Madrid, Badajoz, Ciudad Real, Valencia, Toledo, Huesca, Zaragoza y Sevilla. Los responsables han sido imputados por delitos de tráfico y maltrato de fauna, estafa, falsedad documental, contrabando y pertenencia a organización criminal.
Las autoridades señalan que la ONG gestionaba el refugio para lavar dinero y blanquear capitales, utilizando las donaciones y el apoyo de personas bien intencionadas para cubrir sus actividades ilícitas. La Guardia Civil sigue investigando los casos y busca a otras personas involucradas en esta operación criminosa.
Según fuentes oficiales, las investigaciones comenzaron en junio de 2023 tras alertas del Seprona que detectó irregularidades a través de redes sociales. Los agentes descubrieron que la supuesta ONG que gestionaba el refugio obtenía donaciones y ofrecía cursos y voluntariados sin registrar a los trabajadores, sin licencias ni autorizaciones municipales.
Los animales allí detenidos estaban en condiciones aceptables, pero alrededor de 200 habían fallecido previamente tras ser aprehendidos o donados desde provincias como Madrid, Badajoz, Ciudad Real, Valencia, Toledo, Huesca, Zaragoza y Sevilla. Los responsables han sido imputados por delitos de tráfico y maltrato de fauna, estafa, falsedad documental, contrabando y pertenencia a organización criminal.
Las autoridades señalan que la ONG gestionaba el refugio para lavar dinero y blanquear capitales, utilizando las donaciones y el apoyo de personas bien intencionadas para cubrir sus actividades ilícitas. La Guardia Civil sigue investigando los casos y busca a otras personas involucradas en esta operación criminosa.