IdeasCriollas
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Las cafeteras, ese verdadero caldo de cultivo para bacterias y moho. ¿Sabías que si no limpias con regularidad, puedes crear un ambiente perfecto para que gérmenes y hongos se multipliquen? Según un estudio publicado en Mirror, las cafeteras domésticas son una fuente de inmensa importancia para el crecimiento de bacterias y moho, lo que puede tener consecuencias graves para tu salud.
Los posos de café, los aceites y los restos de agua se acumulan en zonas difíciles de alcanzar, creando un ambiente ideal para la proliferación de hongos y bacterias. El experto en limpieza, Isabella Forgione, advierte que si no limpias la cafetera con regularidad, el interior puede convertirse en un caldo de cultivo para gérmenes y moho.
Pero eso no es todo. En zonas donde el agua es dura, el sarro también se convierte en una amenaza, obstruyendo las tuberías y dañando el electrodoméstico con el tiempo. Y si tienes un sistema inmunológico comprometido, la acumulación de cal puede ser especialmente peligrosa.
Entonces, cómo mantener nuestra cafetera limpia? Primero, despujas los posos de café después de cada uso y enjuaga las piezas extraíbles. Luego, limpia el exterior con un paño húmedo, prestando especial atención a los botones y las asas. Si tu agua es dura, no olvides descalcificar la cafetera cada 3-6 meses.
También es importante limpiar los accesorios como el espumador de leche y el cabezal de vapor después de cada uso. Y si eres dueño de una cafetera automática, considera probar cápsulas o pastillas de limpieza específicas para eliminar los aceites del café depositados en el interior.
Recuerda que la limpieza regular es clave para mantener tu cafetera limpia y libre de bacterias y hongos. ¡No te arriesgues a tu salud!
Los posos de café, los aceites y los restos de agua se acumulan en zonas difíciles de alcanzar, creando un ambiente ideal para la proliferación de hongos y bacterias. El experto en limpieza, Isabella Forgione, advierte que si no limpias la cafetera con regularidad, el interior puede convertirse en un caldo de cultivo para gérmenes y moho.
Pero eso no es todo. En zonas donde el agua es dura, el sarro también se convierte en una amenaza, obstruyendo las tuberías y dañando el electrodoméstico con el tiempo. Y si tienes un sistema inmunológico comprometido, la acumulación de cal puede ser especialmente peligrosa.
Entonces, cómo mantener nuestra cafetera limpia? Primero, despujas los posos de café después de cada uso y enjuaga las piezas extraíbles. Luego, limpia el exterior con un paño húmedo, prestando especial atención a los botones y las asas. Si tu agua es dura, no olvides descalcificar la cafetera cada 3-6 meses.
También es importante limpiar los accesorios como el espumador de leche y el cabezal de vapor después de cada uso. Y si eres dueño de una cafetera automática, considera probar cápsulas o pastillas de limpieza específicas para eliminar los aceites del café depositados en el interior.
Recuerda que la limpieza regular es clave para mantener tu cafetera limpia y libre de bacterias y hongos. ¡No te arriesgues a tu salud!