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En Italia, tres ultras de la extrema derecha han sido arrestados por matar a pedradas al conductor del autobús de un equipo rival. El ataque ocurrió en Rieti, donde se había producido una multitudinaria partida de baloncesto entre el Pistoia Basket y el Sebastiani Rieti.
La víctima, Raffaele Marianella, un hombre de 65 años, recibió una pedrada mortal en la cabeza mientras conducía el autobús que transportaba a seguidores del equipo ganador. La policía encontró al conductor inconsciente en el vehículo y lo llevó a un hospital donde falleció al llegar.
La investigación reveló que los tres arrestados estaban vinculados a la extrema derecha y habían participado en discusiones en las redes sociales sobre el ataque. Entre ellos, Manuel Fortuna, Kevin Pellecchia y Alessandro Barberini, de 31, 20 y 53 años, respectivamente.
Según fuentes, la colaboración de otros tifosi, incluyendo un menor, fue clave para identificar a los implicados. El menor se encuentra en libertad, mientras que los tres detenidos están siendo acusados de homicidio voluntario.
El ataque ha generado una gran conmoción social en Italia, donde la violencia entre grupos de aficionados es un problema persistente. En el pasado, se han producido varios incidentes, como los enfrentamientos entre seguidores de la Roma y la Lazio en abril, y la apuñalamiento mortal de un aficionado del Atalanta en mayo.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó el ataque como "una noticia terrible" y expresó su indignación. El presidente de la Federación Italiana de Baloncesto, Gianni Petrucci, también se pronunció en contra del ataque y anunció que colaborará con las autoridades para esclarecer los hechos.
El caso ha recordado a muchos italianos que la violencia no solo afecta a los participantes directos, sino también a sus familias y amigos. La policía sigue trabajando para identificar a todos los involucrados en el ataque y llevarlos ante la justicia.
La víctima, Raffaele Marianella, un hombre de 65 años, recibió una pedrada mortal en la cabeza mientras conducía el autobús que transportaba a seguidores del equipo ganador. La policía encontró al conductor inconsciente en el vehículo y lo llevó a un hospital donde falleció al llegar.
La investigación reveló que los tres arrestados estaban vinculados a la extrema derecha y habían participado en discusiones en las redes sociales sobre el ataque. Entre ellos, Manuel Fortuna, Kevin Pellecchia y Alessandro Barberini, de 31, 20 y 53 años, respectivamente.
Según fuentes, la colaboración de otros tifosi, incluyendo un menor, fue clave para identificar a los implicados. El menor se encuentra en libertad, mientras que los tres detenidos están siendo acusados de homicidio voluntario.
El ataque ha generado una gran conmoción social en Italia, donde la violencia entre grupos de aficionados es un problema persistente. En el pasado, se han producido varios incidentes, como los enfrentamientos entre seguidores de la Roma y la Lazio en abril, y la apuñalamiento mortal de un aficionado del Atalanta en mayo.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó el ataque como "una noticia terrible" y expresó su indignación. El presidente de la Federación Italiana de Baloncesto, Gianni Petrucci, también se pronunció en contra del ataque y anunció que colaborará con las autoridades para esclarecer los hechos.
El caso ha recordado a muchos italianos que la violencia no solo afecta a los participantes directos, sino también a sus familias y amigos. La policía sigue trabajando para identificar a todos los involucrados en el ataque y llevarlos ante la justicia.