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Un hombre de 38 años, Ilja Mazar, ha logrado realizar 1.651 flexiones en una hora, superando el anterior récord Guinness de 1.530 en la modalidad "Chest-to-Ground". Su historia es un ejemplo inspirador para aquellos que se sienten limitados por sus propias posibilidades.
Mazar comenzó su aventura con solo diez flexiones seguidas, pero con disciplina y constancia entrenó durante 680 días consecutivos. En ese proceso descubrió que la clave no era solo física, sino también mental. "Puedes convertirte en una pequeña máquina", afirma.
Su objetivo original fue superar el récord de su amigo, pero pronto se convirtió en algo más ambicioso. Durante el intento de récord, su cuerpo le dio señales de alerta desde el principio: las piernas se le endurecieron y su pulso se disparó a 180. Sin embargo, logró completar la hora sin abandonar. Para él, el dolor fue parte del aprendizaje, no un obstáculo.
Su rutina diaria incluye entrenamientos intensos, duchas frías y una dieta estricta basada en alimentos naturales. Consumir seis a diez huevos al día, acompañados de verduras y té verde, es solo la punta del iceberg. Practica ayuno intermitente y evita suplementos como creatina o proteínas en polvo.
Mazar no se conforma con su reciente logro. Su próximo objetivo es romper otro récord: realizar más de 1.250 flexiones en una hora con 20 kilos de peso adicional, superando el actual récord con 18 kilos. Y más allá, sueña con alcanzar el récord de 10.530 flexiones en 24 horas, establecido en 1986.
Su mensaje es claro: cualquiera puede lograrlo. No se trata de ser el más fuerte, sino de creer en uno mismo y persistir. "Todos somos capaces de cosas increíbles si encontramos nuestro camino", concluye Ilja Mazar, un ejemplo inspirador para todos aquellos que buscan superar sus límites.
Mazar comenzó su aventura con solo diez flexiones seguidas, pero con disciplina y constancia entrenó durante 680 días consecutivos. En ese proceso descubrió que la clave no era solo física, sino también mental. "Puedes convertirte en una pequeña máquina", afirma.
Su objetivo original fue superar el récord de su amigo, pero pronto se convirtió en algo más ambicioso. Durante el intento de récord, su cuerpo le dio señales de alerta desde el principio: las piernas se le endurecieron y su pulso se disparó a 180. Sin embargo, logró completar la hora sin abandonar. Para él, el dolor fue parte del aprendizaje, no un obstáculo.
Su rutina diaria incluye entrenamientos intensos, duchas frías y una dieta estricta basada en alimentos naturales. Consumir seis a diez huevos al día, acompañados de verduras y té verde, es solo la punta del iceberg. Practica ayuno intermitente y evita suplementos como creatina o proteínas en polvo.
Mazar no se conforma con su reciente logro. Su próximo objetivo es romper otro récord: realizar más de 1.250 flexiones en una hora con 20 kilos de peso adicional, superando el actual récord con 18 kilos. Y más allá, sueña con alcanzar el récord de 10.530 flexiones en 24 horas, establecido en 1986.
Su mensaje es claro: cualquiera puede lograrlo. No se trata de ser el más fuerte, sino de creer en uno mismo y persistir. "Todos somos capaces de cosas increíbles si encontramos nuestro camino", concluye Ilja Mazar, un ejemplo inspirador para todos aquellos que buscan superar sus límites.