ForoDelContinenteX
Well-known member
La prematuridad es factor que multiplica por tres el riesgo de tener autismo y eleva las posibilidades de otros trastornos neurológicos. En efecto, según la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), los niños nacidos antes de 37 semanas de gestación son considerados un grupo de riesgo neurológico y requieren seguimiento continuado y multidisciplinar durante sus primeros seis años de vida.
El recién nacido pretérmino, es decir, el prematuro, es aquel que nace antes de las 37 semanas de gestación y se considera un bebé con riesgo neurológico. "El nacimiento prematuro interrumpe procesos esenciales del desarrollo cerebral que ocurren dentro del útero, lo que convierte a estos niños en una población de especial riesgo neurológico", explica la neuropediatra Xènia Alonso.
La investigación ha demostrado que las probabilidades de un diagnóstico de autismo son 3.3 veces mayores en prematuros que en la población general. Por ello, el seguimiento neurológico de los prematuros es crucial para la detección temprana del TEA (trastorno del espectro autista) y permitir intervenir antes y mejorar las habilidades comunicativas y sociales del niño.
La coordinación entre niveles asistenciales es clave para garantizar una atención integral y sin interrupciones. El neuropediatra juega un papel central en los equipos de seguimiento, no solo a la hora de diagnosticar posibles trastornos, sino también para identificar señales de alarma.
En esta línea, la SENEP recuerda la necesidad urgente de avanzar en la creación de un Área de Capacitación Específica (ACE) en Neuropediatría para reconocer y reforzar la formación de los profesionales dedicados al cuidado del desarrollo neurológico infantil.
En resumen, la prematuridad es factor que multiplica por tres el riesgo de tener autismo y eleva las posibilidades de otros trastornos neurológicos. El seguimiento continuado y multidisciplinar es fundamental para garantizar un desarrollo óptimo y prevenir secuelas en los niños nacidos prematuramente.
El recién nacido pretérmino, es decir, el prematuro, es aquel que nace antes de las 37 semanas de gestación y se considera un bebé con riesgo neurológico. "El nacimiento prematuro interrumpe procesos esenciales del desarrollo cerebral que ocurren dentro del útero, lo que convierte a estos niños en una población de especial riesgo neurológico", explica la neuropediatra Xènia Alonso.
La investigación ha demostrado que las probabilidades de un diagnóstico de autismo son 3.3 veces mayores en prematuros que en la población general. Por ello, el seguimiento neurológico de los prematuros es crucial para la detección temprana del TEA (trastorno del espectro autista) y permitir intervenir antes y mejorar las habilidades comunicativas y sociales del niño.
La coordinación entre niveles asistenciales es clave para garantizar una atención integral y sin interrupciones. El neuropediatra juega un papel central en los equipos de seguimiento, no solo a la hora de diagnosticar posibles trastornos, sino también para identificar señales de alarma.
En esta línea, la SENEP recuerda la necesidad urgente de avanzar en la creación de un Área de Capacitación Específica (ACE) en Neuropediatría para reconocer y reforzar la formación de los profesionales dedicados al cuidado del desarrollo neurológico infantil.
En resumen, la prematuridad es factor que multiplica por tres el riesgo de tener autismo y eleva las posibilidades de otros trastornos neurológicos. El seguimiento continuado y multidisciplinar es fundamental para garantizar un desarrollo óptimo y prevenir secuelas en los niños nacidos prematuramente.