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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho una decisión inesperada que ha generado un gran revuelo: matricular a su hija menor, Carlota, en una elitista universidad privada. Algo que él mismo condenó como "chiringuitos" poco antes.
En marzo del pasado año, Sánchez anunció restricciones duras para crear o mantener estos centros, exigiendo un mínimo de 4.500 alumnos en cinco años y tramitándolo por vía urgente. Pese a ser un profesor en una de estas instituciones y haber estudiado en otras dos, Sánchez las tildó de forma despectiva.
La realidad es que Carlota entró en septiembre de este año en ESIC University, ubicada en Pozuelo de Alarcón (Madrid), con una carrera de cinco años en ADE y Marketing en inglés. La matrícula anual cuesta unos 14.000 euros, más 2.000 de matrícula inicial. Su madre, Begoña Gómez, también estudió allí un máster en dirección de empresas.
Lo que es aún más sorprendente es que esta decisión contrasta con la ley del Gobierno que busca endurecer los criterios para la creación de universidades privadas. Sánchez había prometido acabar con estos "chiringuitos educativos", pero parece que su hija es una excepción a esa regla.
Pero no es la primera vez que Sánchez ha encontrado una forma de saltar las restricciones que estableció para sí mismo. Conocemos a quien se licenció en un Real Centro Universitario María Cristina y posteriormente, se doctoró en la Universidad Camilo José Cela.
En marzo del pasado año, Sánchez anunció restricciones duras para crear o mantener estos centros, exigiendo un mínimo de 4.500 alumnos en cinco años y tramitándolo por vía urgente. Pese a ser un profesor en una de estas instituciones y haber estudiado en otras dos, Sánchez las tildó de forma despectiva.
La realidad es que Carlota entró en septiembre de este año en ESIC University, ubicada en Pozuelo de Alarcón (Madrid), con una carrera de cinco años en ADE y Marketing en inglés. La matrícula anual cuesta unos 14.000 euros, más 2.000 de matrícula inicial. Su madre, Begoña Gómez, también estudió allí un máster en dirección de empresas.
Lo que es aún más sorprendente es que esta decisión contrasta con la ley del Gobierno que busca endurecer los criterios para la creación de universidades privadas. Sánchez había prometido acabar con estos "chiringuitos educativos", pero parece que su hija es una excepción a esa regla.
Pero no es la primera vez que Sánchez ha encontrado una forma de saltar las restricciones que estableció para sí mismo. Conocemos a quien se licenció en un Real Centro Universitario María Cristina y posteriormente, se doctoró en la Universidad Camilo José Cela.