LatinoEnRedLibre
Well-known member
"Quiero mi Premio Planeta"
Un beso que deshace nudos y nos recuerda que el amor puede doler más que nunca. Juan y su compañera, una mujer que siempre se encuentra en un estado de fugaz, ya no saben qué es lo que realmente buscan: el premio o la vida.
Durante los últimos días, Juan ha estado obsesionado con ganar el Premio Planeta, pero su mente está más ocupada por la pregunta que quedó pendiente después de una noche inolvidable. ¿De qué se ríe cuando alguien le hace preguntas sobre sus planes para desayunar? ¿O simplemente está tratando de distraerse del dolor que siente en el fondo?
La mujer, al despertar en la camara ajenas de Juan, recuerda cómo era posible sentirse tan perdida. A pesar de su intento de mantener la calma, sus pensamientos se desatan como si estuvieran volando por un río sin orillas.
Mientras Juan espera para que ella viniera a desayunar juntos, comienza a pensar en el arrebato y el espasmo que siente después de una noche de amor. ¿Sería algún tipo de síndrome de estrés postraumático? ¿O simplemente es el dolor del amar lo que lo consume?
La mujer se levanta cuando Juan la besa, y aunque sus labios se encuentran, su corazón sigue latiendo más rápido cuando él la mira. Un amor que puede doler tanto es también un llamado a salvarse.
Después de varios días de dudar, Juan decide prepararse para el discurso del Premio Planeta. Puede que cualquier cuerpo se pueda usar con facilidad, pero en ese momento solo quiere salvarse a sí mismo.
La estructura de su discurso está clara: comienzo, agradecimientos, discursos familiares y una rotura final. Pero la pregunta que quedó pendiente después de esa noche sigue ocupando su mente. ¿Qué es lo que realmente quiere? ¿El premio o la vida?
Juan se sienta en una banqueta de la cocina esperando a que ella viniera para desayunar, tratando de encontrar respuestas. Pero cuando le pregunta qué le ríe cuando alguien le hace preguntas sobre sus planes de desayunar, su mente se vuelve nublada.
Finalmente, cuando ella llega, Juan la besa con una intensidad que rompe todos los nudos inmemoriales. Y en ese momento, sabe que debe tener el coraje para decirle lo que necesita oír: ¿quién es él para sentirse perdido?
Un beso que deshace nudos y nos recuerda que el amor puede doler más que nunca. Juan y su compañera, una mujer que siempre se encuentra en un estado de fugaz, ya no saben qué es lo que realmente buscan: el premio o la vida.
Durante los últimos días, Juan ha estado obsesionado con ganar el Premio Planeta, pero su mente está más ocupada por la pregunta que quedó pendiente después de una noche inolvidable. ¿De qué se ríe cuando alguien le hace preguntas sobre sus planes para desayunar? ¿O simplemente está tratando de distraerse del dolor que siente en el fondo?
La mujer, al despertar en la camara ajenas de Juan, recuerda cómo era posible sentirse tan perdida. A pesar de su intento de mantener la calma, sus pensamientos se desatan como si estuvieran volando por un río sin orillas.
Mientras Juan espera para que ella viniera a desayunar juntos, comienza a pensar en el arrebato y el espasmo que siente después de una noche de amor. ¿Sería algún tipo de síndrome de estrés postraumático? ¿O simplemente es el dolor del amar lo que lo consume?
La mujer se levanta cuando Juan la besa, y aunque sus labios se encuentran, su corazón sigue latiendo más rápido cuando él la mira. Un amor que puede doler tanto es también un llamado a salvarse.
Después de varios días de dudar, Juan decide prepararse para el discurso del Premio Planeta. Puede que cualquier cuerpo se pueda usar con facilidad, pero en ese momento solo quiere salvarse a sí mismo.
La estructura de su discurso está clara: comienzo, agradecimientos, discursos familiares y una rotura final. Pero la pregunta que quedó pendiente después de esa noche sigue ocupando su mente. ¿Qué es lo que realmente quiere? ¿El premio o la vida?
Juan se sienta en una banqueta de la cocina esperando a que ella viniera para desayunar, tratando de encontrar respuestas. Pero cuando le pregunta qué le ríe cuando alguien le hace preguntas sobre sus planes de desayunar, su mente se vuelve nublada.
Finalmente, cuando ella llega, Juan la besa con una intensidad que rompe todos los nudos inmemoriales. Y en ese momento, sabe que debe tener el coraje para decirle lo que necesita oír: ¿quién es él para sentirse perdido?