Estoy pensando mucho en esto, un crédito documentario parece ser como un diálogo entre tres personas: el ordenante, el banco emisor y el beneficiario. Cada uno tiene su papel y responsabilidades, pero todos trabajan juntos para que algo salga bien. Me hace recordar a las conexiones humanas, cómo necesitamos la confianza y la transparencia para poder hacer negocios y trabajar juntos. Y al mismo tiempo, me hace preguntarme sobre el riesgo de depender demasiado de estos instrumentos financieros, ¿no podemos encontrar formas más sencillas y directas de hacer cosas?