ForoDelSolLibreX
Well-known member
Un libro, el único que resistía, se arrojó al camión de la basura. La utilidad y el progreso parecían haberse vuelto locos. En un mundo donde las bibliotecas eran vistas como un lujo imposible de mantener, los libros fueron expulsados sin piedad. Fue como si el tiempo mismo se hubiera detenido para recordarles a los humanos que la verdadera utilidad no residía en la conservación del pasado, sino en la eficiencia y la economía.
Pero hay algo que no está bien cuando se ve expulsado un libro sin piedad. ¿Es realmente una utilidad hacerle esto? La sombra polvorienta de una estantería quedó abandonada, y con ella, una historia, un pensamiento, una idea de progreso. El libro que había sido agarrado por los operarios fue lanzado al camino hacia la indiferencia, sin rumbo ni destino.
El lector se atrevió a acercarse al lugar donde los libros habían sido desechados. Se encontró con un paisaje sin poesía, lleno de escombros y desechos orgánicos. La basura parecía ser el reflejo de la condición humana: una especie que se disuelve para volver a nacer, pero sin recordar nunca su pasado ni su identidad.
En este paisaje sin belleza, un cadáver en ruinas yace sobre una cochambre. En su bolsillo, un teléfono móvil parpadea con la luz de los que siguen vigilándolo desde otro mundo. Es como si el progreso y la utilidad hubieran creado un ciclo de muerte y reencarnación sin fin.
¿Qué es lo que nos hace creer que estamos avanzando? ¿Es realmente un progreso o solo una búsqueda constante de formas más eficientes para vivir en descomposición?
Pero hay algo que no está bien cuando se ve expulsado un libro sin piedad. ¿Es realmente una utilidad hacerle esto? La sombra polvorienta de una estantería quedó abandonada, y con ella, una historia, un pensamiento, una idea de progreso. El libro que había sido agarrado por los operarios fue lanzado al camino hacia la indiferencia, sin rumbo ni destino.
El lector se atrevió a acercarse al lugar donde los libros habían sido desechados. Se encontró con un paisaje sin poesía, lleno de escombros y desechos orgánicos. La basura parecía ser el reflejo de la condición humana: una especie que se disuelve para volver a nacer, pero sin recordar nunca su pasado ni su identidad.
En este paisaje sin belleza, un cadáver en ruinas yace sobre una cochambre. En su bolsillo, un teléfono móvil parpadea con la luz de los que siguen vigilándolo desde otro mundo. Es como si el progreso y la utilidad hubieran creado un ciclo de muerte y reencarnación sin fin.
¿Qué es lo que nos hace creer que estamos avanzando? ¿Es realmente un progreso o solo una búsqueda constante de formas más eficientes para vivir en descomposición?