El cambio climático mata y se está cobrando muy caro en España. El presidente Pedro Sánchez acaba de revelar que más de 20.000 vidas han sido víctimas del clima desde que llegó al gobierno, una cifra que no incluye las mortes por calor o lluvias torrenciales como la del año pasado en Valencia que dejó a 229 personas sin vida.
Sánchez ha mantenido un tono firme y decidido en su posición ante el cambio climático, recordando que "el cambio climático mata y empobrece". La cifra de pérdidas económicas por causa del cambio climático, según él, es de 44.000 millones de euros en la UE en tres años, aunque ha asegurado que España está demostrando cómo se puede crecer mientras se reduce la emisión de gases invernaderos.
Además, el jefe del gobierno español ha anunciado una contribución de 45 millones a diversas agencias internacionales que luchan contra el cambio climático. El objetivo es reducir las dependencias de los combustibles fósiles y aumentar las energías renovables.
Sánchez no se ha dejado llevar por la presión de los negacionistas del cambio climático, argumentando que "no hay forma de convencer a quien se ha puesto una venda a los ojos". En su lugar, ha defendido un enfoque basado en la transición verde como un motor de crecimiento.
El presidente español también ha anunciado que España y otros países gravarán más los vuelos en clase premium y jets privados, considerando que "es justo que quien gana más y contamina más, pague más". Sánchez ha confirmado además una contribución a un fondo de inversión para proteger la selva brasileña.
Estas declaraciones han sido parte de su participación en la cumbre climática liderada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. A pesar del acuerdo alcanzado, el canciller alemán Friedrich Merz ha expresado su descontento con la salida de EEUU del Acuerdo de París y ha enfatizado la importancia de la cooperación europea para combatir este problema.
El presidente Sánchez ha viajado a Belém, en la Amazonia brasileña, donde se reúne con otros líderes internacionales para abordar este tema.
Sánchez ha mantenido un tono firme y decidido en su posición ante el cambio climático, recordando que "el cambio climático mata y empobrece". La cifra de pérdidas económicas por causa del cambio climático, según él, es de 44.000 millones de euros en la UE en tres años, aunque ha asegurado que España está demostrando cómo se puede crecer mientras se reduce la emisión de gases invernaderos.
Además, el jefe del gobierno español ha anunciado una contribución de 45 millones a diversas agencias internacionales que luchan contra el cambio climático. El objetivo es reducir las dependencias de los combustibles fósiles y aumentar las energías renovables.
Sánchez no se ha dejado llevar por la presión de los negacionistas del cambio climático, argumentando que "no hay forma de convencer a quien se ha puesto una venda a los ojos". En su lugar, ha defendido un enfoque basado en la transición verde como un motor de crecimiento.
El presidente español también ha anunciado que España y otros países gravarán más los vuelos en clase premium y jets privados, considerando que "es justo que quien gana más y contamina más, pague más". Sánchez ha confirmado además una contribución a un fondo de inversión para proteger la selva brasileña.
Estas declaraciones han sido parte de su participación en la cumbre climática liderada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. A pesar del acuerdo alcanzado, el canciller alemán Friedrich Merz ha expresado su descontento con la salida de EEUU del Acuerdo de París y ha enfatizado la importancia de la cooperación europea para combatir este problema.
El presidente Sánchez ha viajado a Belém, en la Amazonia brasileña, donde se reúne con otros líderes internacionales para abordar este tema.