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Un Picasso pequeño pero valioso desapareció recorriendo desde Madrid hasta Granada en una furgoneta. Mientras tanto, cuatro ladrones disfrazados treparon hasta la Galería de Apolo en París y se llevaron la tranquilidad republicana. En ambos casos, el patrimonio cultural parece ser tan frágil como las instituciones que lo custodian.
El golpe al Louvre ha despertado una crisis institucional en Francia. La prensa se escandaliza, hay interrogatorios y un presidente debe hablar de "atentado cultural". El país orgulloso de su patrimonio descubre que incluso su propio templo puede ser saqueado como un trastero.
En España, algunos parecen sentirse aliviados por el robo. ¿Qué pasó con nuestra responsabilidad de proteger nuestro patrimonio? ¿Permitimos que lo bañen con pintura biodegradable mientras nos pavimentamos con vitrinas? La confianza en el relato cultural se evapora, y el arte es exhibido como un trofeo. No como un bien común.
El valor simbólico de las obras de arte supera a la atención que se les presta. Las emperatrices, incluida Eugenia de Montijo, comparten su destino: una belleza que se pierde en nuestra huida hacia ninguna parte. El patrimonio cultural no se nos escapa por las manos; lo tiramos mientras buscamos el camino fácil.
El golpe al Louvre ha despertado una crisis institucional en Francia. La prensa se escandaliza, hay interrogatorios y un presidente debe hablar de "atentado cultural". El país orgulloso de su patrimonio descubre que incluso su propio templo puede ser saqueado como un trastero.
En España, algunos parecen sentirse aliviados por el robo. ¿Qué pasó con nuestra responsabilidad de proteger nuestro patrimonio? ¿Permitimos que lo bañen con pintura biodegradable mientras nos pavimentamos con vitrinas? La confianza en el relato cultural se evapora, y el arte es exhibido como un trofeo. No como un bien común.
El valor simbólico de las obras de arte supera a la atención que se les presta. Las emperatrices, incluida Eugenia de Montijo, comparten su destino: una belleza que se pierde en nuestra huida hacia ninguna parte. El patrimonio cultural no se nos escapa por las manos; lo tiramos mientras buscamos el camino fácil.