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Un grupo de niños que nacieron sordos debido a una mutación genética incurable han comenzado a oír gracias a la terapia génica. El tratamiento, conocido como DB-OTO, consiste en una sola inyección en el oído interno donde se introducen virus desactivados con una copia sana del gen OTOF. Esto restaura el gen dañado y permite que las células ciliadas perciban la vibración de los sonidos y envíen señales químicas a las neuronas para que el cerebro oiga.
Los resultados del estudio, publicados en The New England Journal of Medicine, son impresionantes. En 11 de los 12 niños tratados, se logró una mejora auditiva significativa, lo que les permitió distinguir susurros y otros sonidos de menos de 25 decibelios, un nivel de audición normal. En algunos casos, los niños recobraron completamente su capacidad auditiva.
El tratamiento ha sido desarrollado por la farmacéutica estadounidense Regeneron en colaboración con una investigación genética española que comenzó hace 20 años. La niña más joven tratada, Opal, fue capaz de identificar por primera vez palabras y responder a voces y sonidos en ambientes llenos de ruido seis meses después de la intervención.
Los resultados sugieren que el tratamiento puede ser "definitivo" porque las células ciliadas del oído no se multiplican, lo que significa que la terapia podría funcionar por vida. Esto es especialmente prometedor porque hay razones para pensar que un tratamiento de una sola dosis puede funcionar de por vida.
La terapia génica ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de la ceguera y otras enfermedades raras, como anemias. El éxito de este tratamiento en la sordera congénita representa un hito importante en el campo de la terapia génica y ofrece una nueva esperanza para las familias que han perdido a sus hijos debido a esta condición.
El estudio sigue en marcha, y Regeneron espera solicitar la aprobación del tratamiento a finales de año. Los resultados sugieren que los niños de más corta edad y que aún no han recibido implantes cocleares son los que pueden beneficiarse más de este tratamiento.
Los resultados del estudio, publicados en The New England Journal of Medicine, son impresionantes. En 11 de los 12 niños tratados, se logró una mejora auditiva significativa, lo que les permitió distinguir susurros y otros sonidos de menos de 25 decibelios, un nivel de audición normal. En algunos casos, los niños recobraron completamente su capacidad auditiva.
El tratamiento ha sido desarrollado por la farmacéutica estadounidense Regeneron en colaboración con una investigación genética española que comenzó hace 20 años. La niña más joven tratada, Opal, fue capaz de identificar por primera vez palabras y responder a voces y sonidos en ambientes llenos de ruido seis meses después de la intervención.
Los resultados sugieren que el tratamiento puede ser "definitivo" porque las células ciliadas del oído no se multiplican, lo que significa que la terapia podría funcionar por vida. Esto es especialmente prometedor porque hay razones para pensar que un tratamiento de una sola dosis puede funcionar de por vida.
La terapia génica ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de la ceguera y otras enfermedades raras, como anemias. El éxito de este tratamiento en la sordera congénita representa un hito importante en el campo de la terapia génica y ofrece una nueva esperanza para las familias que han perdido a sus hijos debido a esta condición.
El estudio sigue en marcha, y Regeneron espera solicitar la aprobación del tratamiento a finales de año. Los resultados sugieren que los niños de más corta edad y que aún no han recibido implantes cocleares son los que pueden beneficiarse más de este tratamiento.