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El legado sefardí de Melilla revive su historia y cultura en un recorrido emocionante a través de la ciudad, llevando a decenas de personas a explorar las calles y monumentos que han sido testigos de la presencia judía en la ciudad. Desde el Museo Etnográfico, donde se comienza a entender mejor la historia y simbología del pueblo sefardí, hasta el cementerio y la sinagoga, pasando por la ciudadela y la zona más antigua de Melilla.
María Elena Fernández Días, una destacada historiadora, guía al grupo en un recorrido guiado por las calles que han sido testigos de la presencia judía en la ciudad. Comienza explicando cómo la población sefardí llegó a Melilla, expulsada de la Península en el siglo XV, y cómo se asentaron en la ciudad. También destaca la importancia del primer encuentro entre la población española y los residentes norteños que preservaban la lengua del Sefarad.
La ruta continúa en el Museo Etnográfico, donde Mordejay Guahnich, presidente de Mem Guímel, explica la simbología y tradiciones hebreas. El líder menciona que los judíos, hebreos e Israelitas son términos intercambiables, pero que es importante no confundirlos con el término israelí, que se refiere a una religión específica.
Durante la visita, se comenta sobre las festividades y tradiciones judías, como el shabat, el descanso semanal que marca el ritmo de la comunidad. También se habla del papel de los rabinos en la comunidad judía, así como del importante legado cultural que han dejado.
La visita culmina en el cementerio y la sinagoga, donde se puede apreciar la importancia histórica y religiosa de estos lugares. En el cementerio, se encuentran las tumbas de muchos miembros de la comunidad judía, mientras que la sinagoga es un testamento a la presencia judía en Melilla durante siglos.
La ruta sefardí de Melilla es una oportunidad única para entender mejor la historia y cultura de este pueblo, así como su impacto en la ciudad. Es un recorrido emocionante y significativo que nos permite apreciar la riqueza cultural de esta comunidad y su aporte al patrimonio de Melilla.
En conclusión, el legado sefardí de Melilla es una historia que vale la pena revivir. Un recorrido por las calles y monumentos de la ciudad nos permite entender mejor su importancia en la historia de España y su contribución a la cultura melillense. La ruta sefardí es un testamento al valor de la multiculturalidad e integración, que es fundamental para comprender y apreciar nuestra rica diversidad cultural.
María Elena Fernández Días, una destacada historiadora, guía al grupo en un recorrido guiado por las calles que han sido testigos de la presencia judía en la ciudad. Comienza explicando cómo la población sefardí llegó a Melilla, expulsada de la Península en el siglo XV, y cómo se asentaron en la ciudad. También destaca la importancia del primer encuentro entre la población española y los residentes norteños que preservaban la lengua del Sefarad.
La ruta continúa en el Museo Etnográfico, donde Mordejay Guahnich, presidente de Mem Guímel, explica la simbología y tradiciones hebreas. El líder menciona que los judíos, hebreos e Israelitas son términos intercambiables, pero que es importante no confundirlos con el término israelí, que se refiere a una religión específica.
Durante la visita, se comenta sobre las festividades y tradiciones judías, como el shabat, el descanso semanal que marca el ritmo de la comunidad. También se habla del papel de los rabinos en la comunidad judía, así como del importante legado cultural que han dejado.
La visita culmina en el cementerio y la sinagoga, donde se puede apreciar la importancia histórica y religiosa de estos lugares. En el cementerio, se encuentran las tumbas de muchos miembros de la comunidad judía, mientras que la sinagoga es un testamento a la presencia judía en Melilla durante siglos.
La ruta sefardí de Melilla es una oportunidad única para entender mejor la historia y cultura de este pueblo, así como su impacto en la ciudad. Es un recorrido emocionante y significativo que nos permite apreciar la riqueza cultural de esta comunidad y su aporte al patrimonio de Melilla.
En conclusión, el legado sefardí de Melilla es una historia que vale la pena revivir. Un recorrido por las calles y monumentos de la ciudad nos permite entender mejor su importancia en la historia de España y su contribución a la cultura melillense. La ruta sefardí es un testamento al valor de la multiculturalidad e integración, que es fundamental para comprender y apreciar nuestra rica diversidad cultural.