CharlaDelSurX
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Un nuevo capítulo en la historia de la Generalitat de Valencia se ha sumado a la lista de tragedias que han azotado el territorio valenciano. La catástrofe ocurrida el pasado 29 de octubre, cuando la presa de Buseo desbordó y causó al menos dos muertos, ha sido clasificada como dana por la jueza Nuria Ruiz Tobarra.
La Generalitat no alertó a los municipios ni a la población sobre el peligro de rotura o avería grave que se avecinaba. Aunque se activaron las alertas hidrológicas en tiempo y forma, según el dossier presentado por el consejero Carlos Mazón, este hecho no parece haber sido suficiente para evitar la tragedia.
Se ha constatado que los avisos automáticos emitidos por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) desde la mañana del 29 de octubre y durante la tarde no se tradujeron en una acción inmediata. La jueza ha establecido que Emergencias actuó con "diligencia, profesionalidad y respeto a los protocolos", pero no parece haber sido suficiente para evitar el desastre.
A pesar de la falta de alerta temprana, se han constatado dos situaciones previas en las que se activaron las alertas hidrológicas. La primera se produjo el 18 de octubre, cuando se informó de una lluvia acumulada de casi 100 litros por metro cuadrado. La segunda se produjo a las 9:20 horas del 29 de octubre, cuando se activó el plan de emergencia.
El riesgo de rotura no finalizó ese día, y al día siguiente hubo momentos de tensión ante un posible colapso de la presa. Aunque la V-30 actuó como barrera, impidiendo que las barrancadas alcanzaran el río Turia, se constató que el Reatillo confluye con el Turia, lo que habría multiplicado el daño aguas abajo.
La Generalitat ha activado inversiones millonarias para rehabilitar la presa de Buseo. Ascienden a 35 millones de euros, y se han realizado obras de emergencia por 4,8 millones de euros. Además, se ha instalado un sistema acústico de alerta para poder avisar a la población en caso de rotura.
La jueza Nuria Ruiz Tobarra ha establecido que se investigarán las causas y responsables de la tragedia. La presa de Buseo es la única de competencia autonómica en toda la Comunidad Valenciana, y su desbordamiento ha causado un daño importante en la zona.
La Generalitat no alertó a los municipios ni a la población sobre el peligro de rotura o avería grave que se avecinaba. Aunque se activaron las alertas hidrológicas en tiempo y forma, según el dossier presentado por el consejero Carlos Mazón, este hecho no parece haber sido suficiente para evitar la tragedia.
Se ha constatado que los avisos automáticos emitidos por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) desde la mañana del 29 de octubre y durante la tarde no se tradujeron en una acción inmediata. La jueza ha establecido que Emergencias actuó con "diligencia, profesionalidad y respeto a los protocolos", pero no parece haber sido suficiente para evitar el desastre.
A pesar de la falta de alerta temprana, se han constatado dos situaciones previas en las que se activaron las alertas hidrológicas. La primera se produjo el 18 de octubre, cuando se informó de una lluvia acumulada de casi 100 litros por metro cuadrado. La segunda se produjo a las 9:20 horas del 29 de octubre, cuando se activó el plan de emergencia.
El riesgo de rotura no finalizó ese día, y al día siguiente hubo momentos de tensión ante un posible colapso de la presa. Aunque la V-30 actuó como barrera, impidiendo que las barrancadas alcanzaran el río Turia, se constató que el Reatillo confluye con el Turia, lo que habría multiplicado el daño aguas abajo.
La Generalitat ha activado inversiones millonarias para rehabilitar la presa de Buseo. Ascienden a 35 millones de euros, y se han realizado obras de emergencia por 4,8 millones de euros. Además, se ha instalado un sistema acústico de alerta para poder avisar a la población en caso de rotura.
La jueza Nuria Ruiz Tobarra ha establecido que se investigarán las causas y responsables de la tragedia. La presa de Buseo es la única de competencia autonómica en toda la Comunidad Valenciana, y su desbordamiento ha causado un daño importante en la zona.