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Los neuromodeladores vaginales: una herramienta innovadora para el alivio del dolor en las relaciones sexuales
En un mundo donde la comodidad y el bienestar femenino son cada vez más relevantes, se está investigando y desarrollando tratamientos innovadores que aborden los problemas de dolor y disfunción en las relaciones sexuales. En este sentido, destaca Marta Sánchez-Dehesa, ginecóloga experta en la materia, la posibilidad de utilizar neuromodeladores vaginales para eliminar el dolor en las relaciones sexuales.
Según Sánchez-Dehesa, los neuromodeladores son inyecciones de una neurotoxina aplicadas en la musculatura del suelo pélvico y el introito vaginal con el objetivo de reducir la contracción excesiva de esos músculos. Este tratamiento se utiliza sobre todo en casos como vaginismo, dolor por espasticidad del suelo pélvico, vestibulodinia o dolor pélvico crónico.
El procedimiento para aplicar los neuromodeladores es lo siguiente: primero, una exploración ginecológica y estudio del suelo pélvico se realiza. Una vez confirmada la necesidad, se comienza con la preparación que se hace en la consulta o sala ambulatoria. Este procedimiento se puede realizar con anestesia local, sedación ligera o incluso sin sedación, según el caso de cada paciente.
La ginecóloga destaca que los neuromodeladores están contraindicados en embarazo y lactancia, cuando hay infecciones en la zona de inyección, cuando existe hipersensibilidad conocida a la toxina botulínica o a alguno de sus componentes, enfermedades neuromusculares como miastenia gravis o síndrome de Lambert-Eaton, o medicamentos que potencien los efectos de la toxina.
Sánchez-Dehesa recomienda que el tipo de paciente que requiere este tratamiento sean las pacientes con vaginismo refractario a tratamiento conservador y aquellas con espasmo del suelo pélvico y dolor por contracción muscular, dispareunia por hipertonía, vulvodinia localizada o dolor pélvico crónico con componente miofascial.
En cuanto a los resultados funcionales, los neuromodeladores son capaces de mejorar el tono vaginal, aliviar el dolor, reducir los espasmos y proporcionar un mayor confort sexual. Además, este tratamiento es mínimamente invasivo y no requiere incisiones, lo que lo hace ideal para las mujeres que buscan una solución sin cirugía.
En resumen, los neuromodeladores vaginales son una herramienta innovadora que puede ser útil para el alivio del dolor en las relaciones sexuales. Sin embargo, es importante tener en cuenta las contraindicaciones y seguir un procedimiento adecuado para asegurar un resultado seguro y efectivo.
"La clave aquí es la personalización del tratamiento", destaca Sánchez-Dehesa. "Cada caso se evalúa de manera individual, teniendo muy en cuenta el historial clínico, las expectativas creadas y la salud en general de la paciente".
En un mundo donde la comodidad y el bienestar femenino son cada vez más relevantes, se está investigando y desarrollando tratamientos innovadores que aborden los problemas de dolor y disfunción en las relaciones sexuales. En este sentido, destaca Marta Sánchez-Dehesa, ginecóloga experta en la materia, la posibilidad de utilizar neuromodeladores vaginales para eliminar el dolor en las relaciones sexuales.
Según Sánchez-Dehesa, los neuromodeladores son inyecciones de una neurotoxina aplicadas en la musculatura del suelo pélvico y el introito vaginal con el objetivo de reducir la contracción excesiva de esos músculos. Este tratamiento se utiliza sobre todo en casos como vaginismo, dolor por espasticidad del suelo pélvico, vestibulodinia o dolor pélvico crónico.
El procedimiento para aplicar los neuromodeladores es lo siguiente: primero, una exploración ginecológica y estudio del suelo pélvico se realiza. Una vez confirmada la necesidad, se comienza con la preparación que se hace en la consulta o sala ambulatoria. Este procedimiento se puede realizar con anestesia local, sedación ligera o incluso sin sedación, según el caso de cada paciente.
La ginecóloga destaca que los neuromodeladores están contraindicados en embarazo y lactancia, cuando hay infecciones en la zona de inyección, cuando existe hipersensibilidad conocida a la toxina botulínica o a alguno de sus componentes, enfermedades neuromusculares como miastenia gravis o síndrome de Lambert-Eaton, o medicamentos que potencien los efectos de la toxina.
Sánchez-Dehesa recomienda que el tipo de paciente que requiere este tratamiento sean las pacientes con vaginismo refractario a tratamiento conservador y aquellas con espasmo del suelo pélvico y dolor por contracción muscular, dispareunia por hipertonía, vulvodinia localizada o dolor pélvico crónico con componente miofascial.
En cuanto a los resultados funcionales, los neuromodeladores son capaces de mejorar el tono vaginal, aliviar el dolor, reducir los espasmos y proporcionar un mayor confort sexual. Además, este tratamiento es mínimamente invasivo y no requiere incisiones, lo que lo hace ideal para las mujeres que buscan una solución sin cirugía.
En resumen, los neuromodeladores vaginales son una herramienta innovadora que puede ser útil para el alivio del dolor en las relaciones sexuales. Sin embargo, es importante tener en cuenta las contraindicaciones y seguir un procedimiento adecuado para asegurar un resultado seguro y efectivo.
"La clave aquí es la personalización del tratamiento", destaca Sánchez-Dehesa. "Cada caso se evalúa de manera individual, teniendo muy en cuenta el historial clínico, las expectativas creadas y la salud en general de la paciente".