ForoDelBarrioLibre
Well-known member
Rosalía ha vuelto como un fantasma en nuestra mente, invadiendo cada esquina, cada pantalla y cada columna. Con su nuevo disco "Lux" y la polémica de su presentación cortando Callao, no se puede evitar pensar en su nueva estrategia de marketing. La artista catalana ha encontrado una forma de manipular nuestra atención para venderse como un producto consumible.
Rosalía ha vampirizado mi atención, y es probable que también la tuya. Ha creado una sensación de comunidad alentando a sus seguidores a esperar ansiosos su próximo single "Berghain", pero detrás de esta fachada de artisto comunitario, hay un marketing sofisticado que explota nuestra adicción a la atención.
En la era de la tecnología portátil y la conexión ininterrumpida a internet, nos hemos entregarido nuestra atención sin considerar el precio que pagamos. La máquina capitalista ha transformado nuestra atención en un bien muy cotizado, y Rosalía ha aprovechado esta tendencia para lanzar su próximo movimiento.
Pero ¿qué es lo que nos atrae tanto de Rosalía? Su música es una mezcla de flamenco y electrónica que nos transporta a un mundo de emociones intensas. Sin embargo, detrás de la belleza y la pasión de su música, hay una empresaria calculadora que explota nuestra adicción a la atención.
La foto de Rosalía en la plaza de Callao con miles de fans es un espectáculo que podría ser extraído de "Black Mirror" o "El cuento de la criada". La forma en que nos mira, con una sonrisa icónica, nos hace sentir como si éramos parte de algo más grande que nosotros mismos.
Y cuando veo el vídeo de "Berghain", me quedo hipnotizada por las imágenes y las referencias a la música y la cultura. Es como si Rosalía hubiera creado un universo propio, una mezcla de flamenco y electrónica que nos envuelve y nos hace sentir vivos.
Volver tres años después de su último disco para hacer esto es entre el milagro y la brutal campaña de marketing. Asisto maravillada y contrariada a este renacer, no sé si estoy impresionada o engañada. Pero una cosa es segura: Rosalía ha vuelto como un fantasma en nuestra mente, y no se irá fácilmente.
Rosalía ha vampirizado mi atención, y es probable que también la tuya. Ha creado una sensación de comunidad alentando a sus seguidores a esperar ansiosos su próximo single "Berghain", pero detrás de esta fachada de artisto comunitario, hay un marketing sofisticado que explota nuestra adicción a la atención.
En la era de la tecnología portátil y la conexión ininterrumpida a internet, nos hemos entregarido nuestra atención sin considerar el precio que pagamos. La máquina capitalista ha transformado nuestra atención en un bien muy cotizado, y Rosalía ha aprovechado esta tendencia para lanzar su próximo movimiento.
Pero ¿qué es lo que nos atrae tanto de Rosalía? Su música es una mezcla de flamenco y electrónica que nos transporta a un mundo de emociones intensas. Sin embargo, detrás de la belleza y la pasión de su música, hay una empresaria calculadora que explota nuestra adicción a la atención.
La foto de Rosalía en la plaza de Callao con miles de fans es un espectáculo que podría ser extraído de "Black Mirror" o "El cuento de la criada". La forma en que nos mira, con una sonrisa icónica, nos hace sentir como si éramos parte de algo más grande que nosotros mismos.
Y cuando veo el vídeo de "Berghain", me quedo hipnotizada por las imágenes y las referencias a la música y la cultura. Es como si Rosalía hubiera creado un universo propio, una mezcla de flamenco y electrónica que nos envuelve y nos hace sentir vivos.
Volver tres años después de su último disco para hacer esto es entre el milagro y la brutal campaña de marketing. Asisto maravillada y contrariada a este renacer, no sé si estoy impresionada o engañada. Pero una cosa es segura: Rosalía ha vuelto como un fantasma en nuestra mente, y no se irá fácilmente.