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El Ayuntamiento de Alcanar plantea derribar una década de viviendas en zona inundable. La ciudad, como muchas otras, está sufriendo las consecuencias del cambio climático y las lluvias torrenciales que la han convertido en un lugar inadecuado para el asentamiento humano.
La situación es alarmante. Se trata de diez viviendas en la urbanización Estona, construidas en pleno barranco del Llop, donde se han producido cinco catástrofes naturales los últimos siete años, con inundaciones cada vez más graves. La Generalitat de Cataluña ha identificado estas áreas como "zonas calientes" y requiere soluciones preventivas para proteger a las personas que viven allí.
El consistorio tarraconense exige desde hace años soluciones preventivas y drásticas, pero hasta ahora, la situación sigue siendo crítica. El pasado domingo se realizaron sesenta rescates por las inundaciones en Alcanar Platja, donde algunos vecinos fueron "salvados en extremis". El alcalde de Alcanar, Joan Roig, afirma que "no pueden proteger a las personas" que viven allí durante las lluvias torrenciales y que "hay un riesgo evidente para sus vidas".
La idea es renaturalizar las urbanizaciones y trasladar a los habitantes. Los vecinos de estas diez casas afectadas están de acuerdo con la medida, y podrían ser los primeros refugiados climáticos del país. El Ayuntamiento ya ha enviado a la Generalitat los datos catastrales y urbanísticos de las viviendas que se van a derribar, y se va a implementar una "fórmula de prueba piloto" para trasladar a los afectados.
La salud económica municipal también está gravemente afectada por estas inundaciones. El municipio ha sufrido perjuicios millonarios en las reparaciones de las viviendas y en la pérdida de ingresos, mientras que las ayudas recibidas del Estado no han cubierto ni la mitad de los costes.
El alcalde Roig defiende la medida de derribar las casas como una "necesidad" para proteger a las personas y para renaturalizar áreas que están siendo destruidas por el cambio climático. La ciudad necesita encontrar soluciones para protegerse de estos fenómenos, pero hasta ahora, la situación sigue siendo crítica.
La mesa técnica formada en febrero de 2024 ha identificado tres zonas calientes en el municipio, y se están trabajando en medidas preventivas, como renaturalizar las urbanizaciones y trasladar a los habitantes. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada, y se necesita una acción inmediata para proteger a las personas que viven allí.
La ciudad de Alcanar es un ejemplo de cómo el cambio climático está afectando a muchas comunidades en Cataluña. La situación es alarmante, y se necesita acción inmediata para proteger a las personas y para renaturalizar áreas que están siendo destruidas por el cambio climático.
La situación es alarmante. Se trata de diez viviendas en la urbanización Estona, construidas en pleno barranco del Llop, donde se han producido cinco catástrofes naturales los últimos siete años, con inundaciones cada vez más graves. La Generalitat de Cataluña ha identificado estas áreas como "zonas calientes" y requiere soluciones preventivas para proteger a las personas que viven allí.
El consistorio tarraconense exige desde hace años soluciones preventivas y drásticas, pero hasta ahora, la situación sigue siendo crítica. El pasado domingo se realizaron sesenta rescates por las inundaciones en Alcanar Platja, donde algunos vecinos fueron "salvados en extremis". El alcalde de Alcanar, Joan Roig, afirma que "no pueden proteger a las personas" que viven allí durante las lluvias torrenciales y que "hay un riesgo evidente para sus vidas".
La idea es renaturalizar las urbanizaciones y trasladar a los habitantes. Los vecinos de estas diez casas afectadas están de acuerdo con la medida, y podrían ser los primeros refugiados climáticos del país. El Ayuntamiento ya ha enviado a la Generalitat los datos catastrales y urbanísticos de las viviendas que se van a derribar, y se va a implementar una "fórmula de prueba piloto" para trasladar a los afectados.
La salud económica municipal también está gravemente afectada por estas inundaciones. El municipio ha sufrido perjuicios millonarios en las reparaciones de las viviendas y en la pérdida de ingresos, mientras que las ayudas recibidas del Estado no han cubierto ni la mitad de los costes.
El alcalde Roig defiende la medida de derribar las casas como una "necesidad" para proteger a las personas y para renaturalizar áreas que están siendo destruidas por el cambio climático. La ciudad necesita encontrar soluciones para protegerse de estos fenómenos, pero hasta ahora, la situación sigue siendo crítica.
La mesa técnica formada en febrero de 2024 ha identificado tres zonas calientes en el municipio, y se están trabajando en medidas preventivas, como renaturalizar las urbanizaciones y trasladar a los habitantes. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada, y se necesita una acción inmediata para proteger a las personas que viven allí.
La ciudad de Alcanar es un ejemplo de cómo el cambio climático está afectando a muchas comunidades en Cataluña. La situación es alarmante, y se necesita acción inmediata para proteger a las personas y para renaturalizar áreas que están siendo destruidas por el cambio climático.