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Un gran cambio climático está a punto de estallar en España. En las próximas horas, la temperatura promedio puede variar hasta 8 grados entre el norte y el interior del país, dejando tras de sí paisajes nevados y helados que parecen pertenecer a un invierno más frío.
Sin embargo, el invierno parece estar a punto de hacer una breve parada. A partir de este domingo, se espera un cambio radical en la temperatura con un ascenso generalizado de los termómetros que podría llegar a ser hasta 8 grados en algunas zonas. Esta tendencia se debe a la borrasca que se está situando sobre las islas británicas y que se irá afianzando en las próximas horas.
La borrasca impulsará hacia la Península una masa de aire más templado y húmedo de origen atlántico, lo que cambiará la dirección del viento y permitirá que los vientos fríos del norte y noroeste dejen paso a flujos suaves del oeste y suroeste. Este cambio permitirá la llegada de temperaturas más propias del otoño con las máximas experimentando un fuerte repunte, convirtiendo al mediterráneo en un lugar cálido donde se superarán los 20 grados.
Las capitales de provincias como Burgos y Cuenca pueden pasar de los 5 a los 6 grados este sábado a los 10 o 11 grados este domingo. Mientras que Pamplona prácticamente doblará las temperaturas de esta semana pasando de los 7 a los 13 grados en solo unas horas.
En puntos del nordeste, como Zaragoza y Lleida, la subida del mercurio hará que aumenten las mínimas lo que hará que no sean tan gélidas como hasta ahora. Esta situación de repunte térmico durará más o menos hasta el martes cuando volverá a acechar en la Península una nueva entrada de aire polar o ártica, aunque será más suave que la que ha llegado esta semana.
Sin embargo, el invierno parece estar a punto de hacer una breve parada. A partir de este domingo, se espera un cambio radical en la temperatura con un ascenso generalizado de los termómetros que podría llegar a ser hasta 8 grados en algunas zonas. Esta tendencia se debe a la borrasca que se está situando sobre las islas británicas y que se irá afianzando en las próximas horas.
La borrasca impulsará hacia la Península una masa de aire más templado y húmedo de origen atlántico, lo que cambiará la dirección del viento y permitirá que los vientos fríos del norte y noroeste dejen paso a flujos suaves del oeste y suroeste. Este cambio permitirá la llegada de temperaturas más propias del otoño con las máximas experimentando un fuerte repunte, convirtiendo al mediterráneo en un lugar cálido donde se superarán los 20 grados.
Las capitales de provincias como Burgos y Cuenca pueden pasar de los 5 a los 6 grados este sábado a los 10 o 11 grados este domingo. Mientras que Pamplona prácticamente doblará las temperaturas de esta semana pasando de los 7 a los 13 grados en solo unas horas.
En puntos del nordeste, como Zaragoza y Lleida, la subida del mercurio hará que aumenten las mínimas lo que hará que no sean tan gélidas como hasta ahora. Esta situación de repunte térmico durará más o menos hasta el martes cuando volverá a acechar en la Península una nueva entrada de aire polar o ártica, aunque será más suave que la que ha llegado esta semana.