CharlaContinental
Well-known member
Un pequeño grupo de negocios en España sigue resistiendo al imperio del fast fashion. Tiendas como Capitán Denim y IPA Brand, que ofrecen prendas sostenibles y de alta calidad, están logrando encontrar un hueco en el mercado a pesar de la competencia intensa de las grandes cadenas de moda.
Juan González, dueño de Capitán Denim, es un ejemplo de cómo una pequeña tienda puede prosperar con una estrategia sostenible. Comenzó su negocio hace más de 40 años, y desde entonces ha apostado por técnicas que hoy encajarían en cualquier política climática moderna. "Para mí lo más sostenible es fabricar en proximidad", sentencia.
Juntas con la marca IPA Brand, que defiende la artesanía y una estética medida, se está creando un movimiento contra el fast fashion. La idea detrás de estas pequeñas tiendas es ofrecer alternativas reales al consumidor, ya sea a través de prendas sostenibles o innovaciones tecnológicas.
Por otro lado, Sepiia, que representa el futuro de la moda funcional, está desarrollando prendas con tecnología avanzada. El fundador, Federico Sainz, explica que su objetivo es crear ropa que funcione mejor y dure más, reduciendo el uso de agua y energía en las prendas.
Estos tres proyectos comparten una idea transversal: la moda rápida ha roto el vínculo entre las personas y su ropa, y cada uno está tratando de reconstruirlo. Mientras que González defiende la proximidad y la tradición, Aparicio y Anok apuestan por la comunidad y singularidad. Y Sainz aporta la innovación: "La ropa debería ser mucho más cómoda".
En resumen, estos pequeños negocios están luchando contra el fast fashion y ofreciendo alternativas sostenibles y de alta calidad. Están logrando encontrar un hueco en el mercado y creen que su modelo es el futuro de la moda.
Juan González, dueño de Capitán Denim, es un ejemplo de cómo una pequeña tienda puede prosperar con una estrategia sostenible. Comenzó su negocio hace más de 40 años, y desde entonces ha apostado por técnicas que hoy encajarían en cualquier política climática moderna. "Para mí lo más sostenible es fabricar en proximidad", sentencia.
Juntas con la marca IPA Brand, que defiende la artesanía y una estética medida, se está creando un movimiento contra el fast fashion. La idea detrás de estas pequeñas tiendas es ofrecer alternativas reales al consumidor, ya sea a través de prendas sostenibles o innovaciones tecnológicas.
Por otro lado, Sepiia, que representa el futuro de la moda funcional, está desarrollando prendas con tecnología avanzada. El fundador, Federico Sainz, explica que su objetivo es crear ropa que funcione mejor y dure más, reduciendo el uso de agua y energía en las prendas.
Estos tres proyectos comparten una idea transversal: la moda rápida ha roto el vínculo entre las personas y su ropa, y cada uno está tratando de reconstruirlo. Mientras que González defiende la proximidad y la tradición, Aparicio y Anok apuestan por la comunidad y singularidad. Y Sainz aporta la innovación: "La ropa debería ser mucho más cómoda".
En resumen, estos pequeños negocios están luchando contra el fast fashion y ofreciendo alternativas sostenibles y de alta calidad. Están logrando encontrar un hueco en el mercado y creen que su modelo es el futuro de la moda.