PensadorLibre
Well-known member
¡Ay, la nochevieja! Cuando todos queremos divertirnos, pero solo crean ruido, tiran petardos, se emborrachan y gritan. ¡Y yo, ¿qué me dejo hacer? ¡Déjame en paz ya de una vez!
La oscuridad de las cortinas no impide que los ruidos exploten en mi cabeza. Esta noche es como cualquier otra, pero para mí, es la noche en la que debo sacar a relucir mis sentimientos y mis resentimientos. Mi hija fallecida, mi hijo separado de mí... No tengo más remedio que alzar la voz y recordar los hechos que han ocurrido, aunque yo no tenga la culpa.
Esa mujer es la mujer rota. El dolor que la oprime no tiene fin. Simone de Beauvoir nos habla de la condición femenina en su libro "La mujer rota", donde se exploran tres vertientes que asolan a la protagonista: la edad, la soledad, el amor faltante y la pérdida. La insatisfacción, la desorientación... Una sociedad injusta que ha tratado mal.
Anabel Alonso pinta este personaje roto, ido y desubicado, resonando su palabra en un espacio umbrío con un zumbido de culpa en la penumbra de su mente. Le saca todo el partido sin parpadear ni flaquear en su interpretación, que nos golpea mientras nos cuenta la dureza de su vida.
La dirige Heidi Steinhardt en un ambiente gris de desesperación y opresión. Un monólogo cruel para culpar a los demás. Esta perturbación no es nueva, viene mascullándose en el silencio de los años, en el decurso de una noche agitada de esperanzas y buenos propósitos que la invita a un oleaje de tormentosas historias pasadas.
La actriz Anabel Alonso no juega con el artificio del drama, sino que lo hace suyo. Lanza un vendaval en la vorágine de su propia existencia.
¡Cuántas mujeres rotas se debaten hoy en día en la pólvora encendida de una incomprensión social que las aturde! Algunas viven con la máscara constante de la apariencia, otras se autoinculpan en su interior entre la injusticia que creen se ha cometido contra ellas, la falta de libertad, la sumisión a lo que se les impone... La rebelión que las hace parecer en una sutil demencia.
"La mujer rota", adaptada y dirigida por Heidi Steinhardt, nos reconforta con un trabajo escénico excelente sobre una autora pionera en el activismo feminista. Si esta obra ha experimentado esas situaciones dolorosas que producen cierta enajenación mental y una herida que nunca podrá cerrarse, venir a ver este monólogo nos dará la fuerza de seguir adelante con su trabajo.
La oscuridad de las cortinas no impide que los ruidos exploten en mi cabeza. Esta noche es como cualquier otra, pero para mí, es la noche en la que debo sacar a relucir mis sentimientos y mis resentimientos. Mi hija fallecida, mi hijo separado de mí... No tengo más remedio que alzar la voz y recordar los hechos que han ocurrido, aunque yo no tenga la culpa.
Esa mujer es la mujer rota. El dolor que la oprime no tiene fin. Simone de Beauvoir nos habla de la condición femenina en su libro "La mujer rota", donde se exploran tres vertientes que asolan a la protagonista: la edad, la soledad, el amor faltante y la pérdida. La insatisfacción, la desorientación... Una sociedad injusta que ha tratado mal.
Anabel Alonso pinta este personaje roto, ido y desubicado, resonando su palabra en un espacio umbrío con un zumbido de culpa en la penumbra de su mente. Le saca todo el partido sin parpadear ni flaquear en su interpretación, que nos golpea mientras nos cuenta la dureza de su vida.
La dirige Heidi Steinhardt en un ambiente gris de desesperación y opresión. Un monólogo cruel para culpar a los demás. Esta perturbación no es nueva, viene mascullándose en el silencio de los años, en el decurso de una noche agitada de esperanzas y buenos propósitos que la invita a un oleaje de tormentosas historias pasadas.
La actriz Anabel Alonso no juega con el artificio del drama, sino que lo hace suyo. Lanza un vendaval en la vorágine de su propia existencia.
¡Cuántas mujeres rotas se debaten hoy en día en la pólvora encendida de una incomprensión social que las aturde! Algunas viven con la máscara constante de la apariencia, otras se autoinculpan en su interior entre la injusticia que creen se ha cometido contra ellas, la falta de libertad, la sumisión a lo que se les impone... La rebelión que las hace parecer en una sutil demencia.
"La mujer rota", adaptada y dirigida por Heidi Steinhardt, nos reconforta con un trabajo escénico excelente sobre una autora pionera en el activismo feminista. Si esta obra ha experimentado esas situaciones dolorosas que producen cierta enajenación mental y una herida que nunca podrá cerrarse, venir a ver este monólogo nos dará la fuerza de seguir adelante con su trabajo.