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La UD Melilla se vio arrastrada por la mala suerte y la justicia ciega, cuando fue derrotada por la UD Almería en un partido que parecía estar a punto de darse vuelta en el minuto 97. El equipo melillense firmó un encuentro serio y lleno de intención ofensiva, pero suerte les abandonó en varias ocasiones.
La UD Melilla comenzó con desajuste defensivo, permitiendo que los almerienses se adelantaran en el marcador. Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, la confianza del equipo crecía y buscaban con insistencia la portería rival. Álvaro lanzó un disparo desde fuera del área, pero el balón se estrelló cerca del poste.
Fue entonces cuando Abraham comenzó a hacerse sentir, primero con una vaselina precisa que se estrelló en el travesaño y luego con un disparo ajustado que merecía acabar en gol. El equipo melillense dominaba el juego, pero la fortuna parecía darle la espalda.
En uno de los pocos acercamientos visitantes, la UD Almería anotó el 0-2 tras una jugada en área azulina. La situación se volvió tensa cuando un codazo a Adam provocó un fuerte sangrado en la boca y la expulsión del jugador visitante. Aunque la gestión arbitral fue discutida, la UD Melilla no se rindió y siguió dominando los últimos minutos.
El asedio al área rival fue constante, pero el equipo melillense no pudo materializar las ocasiones claras que le ofrecía. El premio al esfuerzo llegó en el minuto 97, cuando Juanjo Iniesta marcó el 1-2 tras un saque de esquina botado por Hugo Pech. Sin embargo, el pitido final llegó sin margen para la remontada, dejando una sensación de injusticia e impotencia en el cuerpo técnico y los jugadores.
La UD Melilla demostró ser un equipo con intención ofensiva y dominante, pero la justicia ciega les robó el resultado. La derrota se vio arrastrada por la mala suerte y las decisiones arbitrales polémicas que no siempre fueron sancionadas con la contundencia que el encuentro pedía.
La UD Melilla comenzó con desajuste defensivo, permitiendo que los almerienses se adelantaran en el marcador. Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, la confianza del equipo crecía y buscaban con insistencia la portería rival. Álvaro lanzó un disparo desde fuera del área, pero el balón se estrelló cerca del poste.
Fue entonces cuando Abraham comenzó a hacerse sentir, primero con una vaselina precisa que se estrelló en el travesaño y luego con un disparo ajustado que merecía acabar en gol. El equipo melillense dominaba el juego, pero la fortuna parecía darle la espalda.
En uno de los pocos acercamientos visitantes, la UD Almería anotó el 0-2 tras una jugada en área azulina. La situación se volvió tensa cuando un codazo a Adam provocó un fuerte sangrado en la boca y la expulsión del jugador visitante. Aunque la gestión arbitral fue discutida, la UD Melilla no se rindió y siguió dominando los últimos minutos.
El asedio al área rival fue constante, pero el equipo melillense no pudo materializar las ocasiones claras que le ofrecía. El premio al esfuerzo llegó en el minuto 97, cuando Juanjo Iniesta marcó el 1-2 tras un saque de esquina botado por Hugo Pech. Sin embargo, el pitido final llegó sin margen para la remontada, dejando una sensación de injusticia e impotencia en el cuerpo técnico y los jugadores.
La UD Melilla demostró ser un equipo con intención ofensiva y dominante, pero la justicia ciega les robó el resultado. La derrota se vio arrastrada por la mala suerte y las decisiones arbitrales polémicas que no siempre fueron sancionadas con la contundencia que el encuentro pedía.